En el momento que todo el oficialismo intenta sacarle jugo a la reunión de Martín Buzzi en Neuquén con Daniel Scioli y los gobernadores de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), por debajo, los armadores del Frente para la Victoria intentan retomar el diálogo con los sectores que quedaron en el camino luego de las PASO.
Según pudo saber Letra P, Buzzi envió a tender lazos con los referentes de “Muchos” a uno de los ministros de mayor confianza en su gabinete para así redireccionar la campaña rumbo a octubre.
La constante amenaza de Mario Das Neves y Chubut Somos Todos (ChuSoTo) obligó a la gestión kirchnerista redoblar esfuerzos ante un escenario netamente adverso si de candidatos se habla. Además, como explicó este portal, la buena relación del diputado nacional con el sciolismo propició un cambio rotundo de escenario.
El pacto tácito para cuidar la boleta del presidenciable justicialista es el eje número 1 del acuerdo que imitaría, si Das Neves ratifica su piso electoral en los comicios generales, lo que sucede en Río Negro con el espacio del actual gobernador, Alberto Weretilneck, que hoy sí tiene permitido el acceso a la Casa Rosada gracias al indulto que Carlos Zannini le dio en la cumbre de OFEPHI.
“Se está trabajando para que los compañeros se sienten a dialogar. Uno de los funcionarios de mayor confianza del gobernador está a cargo de rubricar el diálogo”, le explicaron a Letra P desde el kirchnerismo chubutense.
Cambios en el escenario
Los pases son una prueba de la reestructuración. Fugas y acuerdos se gestan con orden de Rawson y reacomoda lo hecho para contrarrestar la solidez que tiene Da Neves. “Confiamos en la tracción de Scioli”, repiten una y otra vez los armadores del kirchnerismo al ser consultados por Letra P. Es que la bendición de Casa Rosada también le da un plus a Buzzi.
Pero hay un secreto a voces que hace ruido en el entorno del mandatario. El buen trato con ChuSoTo y el sciolismo, cuando parecía llegar a un acuerdo con Nación, demostraba que en la Ola Naranja no caía mal la idea de recolectar apoyo de todos los espacios. “Queremos que todo estén conformes. Somos peronistas, y apostamos a la unidad", comentaban por lo bajo, en mayo, en la residencia oficial bonaerense cuando se lo observaba al chubutense desesperado por el avance de su mentor.
“Muchos que están con Scioli, votarán a Das Neves”, explicaba un ávido dirigente peronista que participó en la primaria, en anticipo del posible acuerdo que el sciolismo buscará, al igual que en Neuquén y Río Negro, si Mario Das Neves se lleva toda la gloria.