Finalmente los rumores se hicieron realidad. La intendenta María Eugenia Martini, una de las apuntadas luego de la derrota que mandó al ostracismo la estructura de Miguel Ángel Pichetto, anunció que las elecciones municipales no serán el 6 de septiembre y se retrasarán tres semanas debido a “irregularidades” en el proceso electoral.
De esa forma, y como plasmó a través de una resolución, el escenario político parece cambiar aunque no borra el ascenso de otros dirigentes que buscan pelear por la intendencia.
“Garantizar transparencia y participación de la comunidad porque la boleta debe estar oficializada 30 días de las elecciones y eso no se ha cumplido”. Así explicó su decisión Martini, acompañada del secretario de Gobierno, Daniel Natapof y del asesor letrado, Ricardo Medrano. Otra de las justificaciones fue que la Junta Electoral aprobó la particular boleta de sufragio, antes de añadir que no es “solvente”.
A principio de la jornada, tres candidatos opositores salieron con todo a pedir que se recapacite ante el avance de las versiones que finalmente se convirtieron en anuncios por parte del Ejecutivo local. Además, un grupo de concejales convocaron a la junta electoral pero todo finalizó en un cruce dialéctico cargado de tensiones.
“Es como una trampa”, respondió Gustavo Gennuso, el candidato de Alberto Weretilneck, al ser consultado por Letra P sobre la decisión que tomó Martini. En lo que fue un encuentro de candidatos, planteó la necesidad de darle vía al cronograma pautado para el día 6 de septiembre.
Osvaldo Nemirovsci, quien aglutina a los “heridos” del justicialismo, también habló de lo que decidió la mandataria barilochense. En declaraciones a radio 6, dijo que fue todo apresurado y que es una pena que “no tenga pudor” en realizar una juagada de esas características.
Panorama complicado
Ante el armado de listas que plasmaba pelea interna, Maru Martini decidió inscribirse detrás del Movimiento de Apertura Democrática (MAD). Ese partido, que forma parte del kirchnerismo rionegrino con el justicialismo, el Movimiento Evita, Kolina y el Frente Grande que supo tener al gobernador como máximo representante, fue motivo de polémica.
Esa decisión se justificó en la presión que otros sectores buscaron ejercer mientras la organización de la interna peronista era posible. El problema en el FpV es la nula existencia del MAD en ese municipio. El dato más relevante llegó, aquel tiempo, bien de lejos por la utilización que le otorga la familia Soria para mantener a General Roca bajo el dominio justicialista desde que tomaron la posta en el Alto Valle.
Los problemas del Partido Justicialista rionegrino, hoy bajo el mando de Martín Soria, se reeditaron en San Carlos de Bariloche. La decisión de Martini de bajar la interna, y presentarse bajo la órbita del MAD con la estructura del Frente para la Victoria, dejó abierta una herida que no cierra en el peronismo de ese distrito. Sin olvidar la amenaza política que irradia Juntos Somos Bariloche el candidato de Weretilneck, apareció otra lista con impronta kirchnerista encabezada por Nemirovsci.