Judiciales

Stefanini y Nisman: los negocios y las sospechas que pueden cambiar el rumbo de la causa

El financista desaparecido había crecido cerca de hombres con contratos en la SIDE. Un anónimo en la fiscalía de Fein. El nexo con Greppi y Fariña. La teoría de la fuga.

La fiscal Viviana Fein va tras la pista de averiguar sobre la relación que unía al  fallecido fiscal Alberto Nisman con el financista Damián Stefanini, desaparecido en octubre del año pasado. Tal como se conoció esta semana, uno de los cheques depositados en la cuenta de Nisman en Nueva York llevaba la firma del enigmático financista.

 

Lentamente empieza a abrirse una nueva senda en el caso a cuenta de la relación que existiría entre empresarios prestadores de servicios a la SIDE y Nisman como un facilitador de negocios que dejan constancias mínimas. Aunque no lo dice abiertamente Fein cree que la desaparición de Stefanini es un asunto más intrincado que el mero hecho de haberle prestado dinero a gente equivocada. Hace tres semanas llegó hasta la fiscalía un dato anónimo que decía que había que buscar a Stefanini porque este se había escapado de gente muy pesada.

 

Como muchos financistas de cierto éxito, todos sus registros estaban en una libreta que el guardaba en un escritorio bajo llave. Ese registro habría aparecido en noviembre de 2014 y llegado a manos de Sandra Arroyo Salgado que como jueza de San Isidro investiga la desaparición como un secuestro. El nombre de Nisman estaría en esa libreta y muy cerca de otro apellido emblemático en el submundo de los negocios de los últimos años: el de Leonardo Fariña, preso por evasión en una cárcel platense. Por otra parte el Audi que manejaba Stefanini se lo había vendido el compañero de jurga de Fariña, Federico Elaskar que hoy por hoy pasa más tiempo en el exterior que en el país.

 

Otro de los vínculos de Stefanini era el financista Carlos Greppi que complicó a Carlos Zaninni en una causa por irregularidades policiales en un allanamiento que investigaba Norberto Oyarbide. Greppi está siendo cuidadosamente investigado por el juez federal Luis Rodríguez que llegó a su juzgado gracias al oficio de Jaime Stiuso y sus operadores judiciales. Rodríguez también le mantiene abierta una causa a Daniel Rafecas por supuestas irregularidades en la investigación del caso de las coimas en el Senado. Rafecas es el nuevo juez del caso Hotesur. Por momentos se vuelve muy evidente porque Arroyo Salgado siempre quiso que la investigación de la muerte de su exmarido pasara a Rodríguez en lugar de Fein.

 

A fines del año pasado Claudio Picon, otro empresario que aportaba a la cuenta de Nisman en Estados Unidos y que le prestaba camionetas de alta gama, se entretenía dando a entender que Stefanini se había “pirado” por un susto que le hicieron pegar unas noches antes de su desaparición justamente en el boliche Rossbar. El que Nisman gustaba de frecuentar con sus jóvenes amigas. El entramado de financistas, espías, políticos y jueces todavía tiene mucho para aportar.

 

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