Presiones

Rocca, Magnetto y Bulgheroni: los arietes del círculo rojo para salvar el pacto Macri-Massa

Jugadas límite ante los temores de continuidad. La confesión de Bein y el futuro de Kicillof. El enigma de Galuccio y las infinitas aspiraciones de Manzano

Nunca fue tan mala la relación entre Mauricio Macri y ese grupo de hombres de empresa e influyentes que él bautizó como el “circulo rojo”. En las últimas horas recrudeció la bronca de tres de ellos por la negativa del jefe de gobierno a cerrar con Sergio Massa. Y esto no da señales de revertirse. Carlos Bulgheroni, Paolo Rocca y Héctor Magnetto son ahora los detractores más fuertes que tiene Macri en un ambiente que siempre jugó para él, tal como se notó en la cena de recaudación de fondos en La Rural.

 

En el andarivel del empresariado está generando cada vez más temor el hecho de que bajo una presidencia de Daniel Scioli continúen en sus cargos figuras como el presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, la procuradora general Alejandra Gils Carbó e incluso el secretario de Comercio Augusto Costa. En cambio con Axel Kicillof sucede algo distinto. Lo explicaba un ejecutivo del sector energético en la noche del lunes en la gala de Fundaleu en el Hotel Alvear: Miguel Bein ya le ha dicho a varios empresarios que Kicillóf  mismo le garantizó que dejará el ministerio de Economía en diciembre. Retendrá solo su lugar en el directorio de YPF y volverá a la actividad académica.

 

Bulgheroni es en estos momentos el último amigo que le queda a Massa dentro del establishment. Hace meses dejaron de fondear su campaña Jorge Britto (Banco Macro) y el empresario de medios y energía José Luis Manzano quien ahora está seguro de que podría inferir en nombramientos importantes en un eventual gobierno naranja, más que nada en Planificación Federal. Lo de Bulgheroni hay que entenderlo como una necesidad vital: tiene que jugar por Massa hasta el final  porque es el único candidato  que removería a Miguel Galuccio de YPF. Nunca se ha aclarado cuál es el entuerto que origina ese rencor aunque de tanto en tanto se señala al calvario judicial que afronta Pan American Energy en los Estados Unidos en una investigación por supuestas coimas.

 

Rocca y Magnetto ya llegan al punto de vislumbrar que en realidad Macri no juega a ganar la elección. Es una teoría retorcida que dice que el líder del PRO, conciente de que aún ganando será casi imposible asegurar gobernabilidad, prefiere perder. Refuerzan ese razonamiento con el dato de que Macri dice cada dos por tres que si pierde la presidencial se va del país. Luis Betnaza, mano derecha de Rocca, es el financista de la campaña de Ernesto Sanz y la última vez que se vio con Macri casi termina a las manos.

 

En curioso pero la distancia de Macri con el empresariado coincide con el retiro de su padre Franco como CEO de los negocios familiares. Fue el mes pasado y el magnate le envío una cordial nota a varios hombres de negocios.

 

La diferencia entre Rocca y Magnetto es que el primero nunca fondeó a Massa y el segundo se dejó convencer por la insistencia Jorge Rendo, o sea, Alberto Fernández, cuando todavía jugaba para el tigrense.

 

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