La disputa que debieron afrontar los intentes que regresaron, arrepentidos, del Frente Renovador dificultó en la mayoría de los casos el cierre de lista en el conurbano bonaerense. Pero en Almirante Brown, tierra de Darío Giustozzi, el escenario no fue tan complicado.
Antes del cierre de listas, cuando se especulaba sobre el destino del diputado que fue mano de derecha de Sergio Massa, se buscó el lugar exacto de las agrupaciones que representan al kirchnerismo más duro.
La estipulación que se hizo en la militancia se concentró por el poder territorial y los chispazos que se sacó con el tigrense cuando el Frente Renovador recibió el apoyo del PRO. “Marcó diferencias con la derecha, y hoy la derecha es Macri”, es lo que se repite entre agrupaciones.
El Frente Peronista para la Victoria; el actual intendente Daniel Boletieri; Movimiento de Unidad Popular (MU) y Segundo Centenario; agrupación Octubres; Frente Transversal del Peronismo Militante; Movimiento Evita; Grupo San Martín; Agrupación Azucena Villaflor; Frente La hora de los pueblos; FTV Néstor Vive y la Mesa Sindical y sus principales sindicatos con 21 secretarios generales son los que se enlistaron detrás de Giustozzi, que deberá jugar fuerte para volver al triunfo.
Pero lo que pasó en su distrito, no fue lo que pasó en otros. Un caso paradigmático es Merlo. Como describió Letra P, el histórico Raúl Othacehé deberá enfrentar a todo el kirchnerismo que se encolumnó detrás de Gustavo Menéndez, quien armó la agrupación Grande Merlo para destronar al mandatario.
“Giustozzi logró acordar con el 70% de las agrupaciones kirchneristas del distrito”, celebran en Brown que mientras especulan sobre la disputa con Mariano Cascallares, que juega con otros sectores del oficialismo que supieron trabajar a favor de Florencio Randazzo.