Vilma Baragiola, luego de votar contra Alfonsín, Moreau y Massa en la Convención radical de Gualeguaychú, quedó envuelta en un nuevo fracaso por las bajas a última hora en el cierre de listas.
Vilma Baragiola, luego de votar contra Alfonsín, Moreau y Massa en la Convención radical de Gualeguaychú, quedó envuelta en un nuevo fracaso por las bajas a última hora en el cierre de listas.
En su inconsistencia, deberá enfrentar a Carlos Fernando Arroyo en las PASO porque en el epílogo, donde quiso imponer a Nicolás Maiorano como primer candidato a diputado por la Quinta sección, quedó en problemas. La designación final de Maximiliano Abad, que mantuvo buena relación hasta que se cortó, provocó su furia y hasta la hizo pensar en romper cualquier fórmula.
Como trascendió, si Maiorano obtenía un cupo provincial la banca marplatense pasaría a manos de un allegado. Toda la negativa hizo enfurecer a la diluida dirigente, que coqueteó hasta último minuto con el Frente Renovador, aunque nada de eso avanzó.
La sangría llegó a la lista local, que fue lo único que logró, a la que armó a contrarreloj por la falta de decisión, que sí se encontró desde el sector de Arroyo.
Este escenario de máxima tensión demuestra las idas y vueltas de Baragiola que, manchada por el caso Carbón Blanco, se fotografió con dirigentes de diferentes espacios: desde Gabriel Mariotto, pasando por Mauricio Macri hasta Elisa Carrió, sin olvidar a Ernesto Sanz, fueron objeto de especulación mientras intentaba marcar presencia. Pero, como siempre, nunca llegó a hacer diferencia.