Con la dupla Daniel Scioli-Carlos Zannini como la señalada desde la Casa Rosada para representar al Frente para la Victoria en las elecciones presidenciales, Florencio Randazzo decidió no bajar a terreno bonaerense como precandidato a gobernador y continuar al frente del Ministerio del Interior y Transporte hasta el fin de la era CFK. También desestimó antiguas aspiraciones para el máximo cargo.
Luego de la carta vía mail que escribió el funcionario a la Jefa de Estado, de acompañar pero no postularse a nada, las redes sociales, ese nuevo espacio de información y opinión, estallaron con apoyos y pedidos de no correr al ministro de su precandidatura inicial, de dejar que el electorado haga lo suyo en las PASO.
Así, desde el propio Facebook oficial de Cristina Fernández de Kirchner, los seguidores de la Presidenta, desconcertados, buscaron explicaciones, defendieron la imagen de Randazzo, lo marcaron como un “héroe” por cumplir con su posición (o la presidencia o nada) y mostraron su disgusto por “tener que votar” a Scioli.
Del otro lado, un núcleo más duro festejó la baja del “flaco” desde lo funcional al próximo gobierno. Si el ex motonauta llegara al poder con el ministro en Provincia, después de la campaña en la interna donde el chivilcoyano despotricó contra el gobernador, las relaciones se tornarían tensas. Otros también se enojaron y tildaron de traición la decisión por no acatar las órdenes de la Jefa, algo que en suma no lo pinta como un militante del proyecto.
Sin embargo, la mayoría de los mensajes que reflotaron en Facebook y Twitter coincidieron en el disgusto por no poder votar en las PASO del 9 de agosto a Randazzo y señalar a la mandataria que su decisión no fue la correcta.
Además, hasta apareció una suerte de invitación para marchar en todas las plazas del país y reclamar “elegir tranquilos” para defender el proyecto. Florencio dejó su marca.