En el marco de la segunda edición del Locro Gigante en Bolívar, los vecinos pudieron probar la tradicional comida de mayo desde la gran olla instalada a los pies del Monumento a San Marín.
Como parte del grupo de voluntarios que sirvió y repartió 10 mil porciones, Eduardo Bucca llenó tapers, cacerolas y distintos recipientes, dijo que “la fiesta llegó para quedarse”.
“Este año también hicimos un locro para personas celíacas”, explicó y agregó que fueron unas 80 porciones sin TAAC, para que “todos tuvieran su parte en esta fiesta”.
En sintonía con los festejos en la Rosada, el joven Oktubre celebró junto a los bolivarenses y prometió continuar los próximos años de cara a las próximas elecciones.