-No, pocas horas antes habíamos estado un grupo de gobernadores con ella en una reunión y había esbozado algo similar, que seis o siete candidaturas podían resultar excesivas, en lo presidencial y en la gobernación de la provincia de Buenos Aires también. Creo que sería una actitud responsable llegar como máximo con tres fórmulas a las PASO.
-¿Se sintió aludido?
-Para nada, porque nunca fui ni tibio ni blando. Pero además todo lo contrario, porque en tres o cuatro oportunidades en los últimos tres meses yo les manifesté a algunos funcionarios y dirigentes de La Cámpora que tenía la actitud que debemos tener todos los que decimos que nos conduce Cristina, de disposición a ocupar cualquier lugar que el proyecto nos requiera. Y en esas a charlas hablé de cosas concretas, propuse hasta candidato en nuestra provincia, a intendente o legislador provincial. Y en todas las oportunidades que lo planteé siempre la respuesta fue “no, tenés que caminar el país”.
-Cuando habla de tres fórmulas para las PASO ¿piensa en la suya, la de Randazzo y la de Scioli?
-Exacto.
-¿Y ahí cualquier combinación es posible?
-Hasta ahora no. Carlos Zannini habló el otro día de la unificación de candidaturas, es la primera vez que escucho eso de un dirigente importante. Pero quien conduce este proyecto político, y lo tiene muy bien ganado es Cristina. Supongo que en los próximos días ella precisará aún más lo que dijo en Chaco. Puede que lo que dijo Zannini sea un anticipo. En ese caso, Daniel, Florencio, yo, cualquiera de nosotros, si realmente en serio decimos que nos conduce, tendríamos que acatar su decisión.
-¿Puede ser que haya un reordenamiento de los precandidatos y ustedes empiecen a ver alternativas para sintetizar la grilla?
-No se está dando naturalmente, para ser sincero. Pero no creo que pasen más de 15 días para que se resuelva.
-Si la Presidenta le pidiera a usted que fuera candidato a vice de otro, ¿usted lo haría?
-Ninguno de nosotros podría negarse a hacer lo que nos pida la Presidenta. Todos los precandidatos debemos estar dispuestos a acatar la decisión de Cristina
-¿Con cuál estaría más cómodo?
-Con el que me pida Cristina, obviamente.
-Podría pedirle que fuera vice de Scioli y usted marcó muchas diferencias con él.
-Hay enormes diferencias, con Scioli, con Randazzo. Pero esto es una fortaleza. De todas formas creo que la experiencia de Ciudad de Buenos Aires, en cuanto a la cantidad de fórmulas, no fue buena. Me parece que de ahí salió esta reflexión. Tener tantas fórmulas atentó un poco contra el resultado.
-¿La Presidenta o Máximo deberían ser candidatos este año?
-Sinceramente sería irrespetuoso de mi parte decir qué debe hacer la Presidenta. El liderazgo obviamente lo va a seguir ejerciendo, sea o no sea candidata. No sé que está pasando por su cabeza. Máximo sí, creo que debería ser, es el exponente de esa irrupción volcánica de la juventud en la Argentina que ha dado, no solo para el kirchnerismo sino para otras fuerzas políticas, una bocanada de aire fresco.
-Aníbal Fernández dijo que habría que llevar solo dos candidaturas presidenciales y que quienes no midan en las encuestas se tendrían que bajar.
-Antes había dicho tres candidatos, capaz mañana dice otra cosa. Pero me extraña, porque hace poco Cristina dijo que a Néstor Kirchner le importaban un pito las encuestas.
-Usted apoyó la candidatura de Aníbal Fernández en provincia.
-Sí, la verdad que Aníbal es un dirigente destacado de nuestro proyecto y además de haber estado en las situaciones más bravas, con valentía e inteligencia, tiene algo que para nosotros es importante que es la lealtad al proyecto.
-¿Pero tiene un candidato preferido en la provincia?
-No.
-Cuando habla de lealtad ¿entiende que Scioli también es leal?
-Sí, al menos que yo conozca, no hay actos de deslealtad en la gestión. Lo que yo no he coincidido nunca con Daniel es su buena relación con sectores que por allí son refractarios con el Gobierno.
-Como cuando fue al espacio Clarín en el verano.
-Claro, lo dije, me refiero a eso. Lo sostengo. Esa es una de las diferencias que tenemos con Daniel y con otros dirigentes. Pero la principal es mi procedencia. El único candidato del mal llamado interior del país, que está llegando con posibilidades de competir, soy yo. Todo lo demás se reduce a una interna entre porteños o bonaerenses que viven ahí hace 30 años a la vuelta del Obelisco.
-¿Cuál es la diferencia que ve entre Randazzo y Scioli?
-El cargo que ocupan. Después son muy parecidos. Son dirigentes porteños o bonaerenses, que tienen otra lógica. Los del interior estamos hechos de otra madera, no digo que seamos mejores, pero distintos. Y esta es la fortaleza de este proyecto, que puede exhibir tres, cuatro o cinco candidatos distintos.
-¿Cree que lo perjudica esa polarización entre Randazzo y Scioli?
-No, porque en materia de encuestas y mediciones hay una historia plagada de errores y manipulaciones. Me remito a lo que pasó en la Argentina en los últimos años. Hubo muchos casos de que quienes fueron electos medían muy poco cinco meses antes. Hoy cuando la respuesta es espontánea, un porcentaje muy bajo de los argentinos sabe a quién va a votar. Pero cuando se les repregunta y y se les da nombres, los primeros que nombran son los más conocidos.
-¿Gane quien gane conduce Cristina? Porque en la historia del peronismo el que gana conduce y el que se va, queda relegado.
Si, claro que conduce Cristina. Estos doce años casi no tienen comparación con nada, hay que ir hasta Juan Domingo Perón para buscar un antecedente. Desde ahora, la que va a conducir va a ser Cristina Fernández de Kirchner. Los liderazgos se ganan, ella lo tiene ganado con creces y lo va a ejercer dese donde ella quiera. Va a dejar una varilla altísima para nosotros, debería ser un modelo. Cristina debería ser de consulta permanente.
-¿Firma como consigna “Urribarri al gobierno, Cristina al poder”?
-No, quien gobierne va a tener poder, autoridad, por supuesto. Pero nunca pasó en la democracia moderna argentina que un ex presidenta haya tenido los valores y el el éxito que tiene Cristina. Soslayar eso es haber estado mirando otra película en estos años.
-En caso de ganar, ¿quién sería su ministro de Economía?
-Si acepta, Axel Kicillof.
-¿Qué haría con la inflación?
-¿Qué inflación? ¿La de Patricia Bullrich? En Argentina se dio algo que no se daba desde hace más de 20 años, hubo un aumento de consumo inédito pero ese aumento no tuvo la consecuente expansión en la producción de bienes porque un sector del empresariado quiere ganar más plata con menos esfuerzo. La inflación hoy no es un problema en la Argentina. Los países que en algún momento de la historia han crecido como nosotros, han tenido Estado interventor y proteccionismo.
-¿Qué le generan candidaturas como por ejemplo la de Martín Insaurralde en provincia?
-Bronca, para mí Insaurralde podría ser candidato de cualquier fuerza política menos de la nuestra después de lo que hizo. Estuvo hasta hace pocos días coqueteando con Massa, hasta que le sintió olor a crisantemo y volvió.
-Pero en el Congreso del PJ hubo como una convocatoria a recibir con los brazos abiertos a todos los que se fueron.
-Se puede recibir dirigentes que vengan a laburar, a ayudar, a cooperar, pero no hacerlos protagonistas.
-¿Teme que la polarización de elección sea peronismo versus antiperonismo?
-En 2002 Torcuato Di Tella entrevista a Néstor y él le dice que Argentina va camino a la conformación a dos fuerzas: centroderecha y centroizquierda. Nosotros somos la centroizquierda Acá en Gualeguaychú se terminó de acordar la centroderecha, cuando parte del radicalismo se entregó a lo más rancio de la derecha que es Mauricio Macri. Esas van a ser dos expresiones que por muchos años en Argentina seguirán confrontando. Seguro que de las dos surgirán dos dirigentes que se enfrentarán en agosto y octubre.
-¿No hay lugar para un tercero?
-No.
-¿Massa está afuera?
-Massa no tiene la más mínima posibilidad de llegar a la segunda vuelta. Estoy seguro de que lo sabe.