PASO Ciudad

Lousteau y ECO le ganaron la pelea por el segundo lugar al FpV, que festejó antes de tiempo

Por Gabriela Pepe.- Cuando todavía no se conocían los resultados oficiales, el búnker kirchnerista celebraba los números de Recalde y hablaba de triple empate entre Michetti, el economista y el presidente de Aerolíneas. El ex ministro le sacó cinco puntos al camporista.

La pelea por el segundo lugar mantuvo la tensión en los centros de campaña del Frente para la Victoria y de ECO durante todo el domingo. Sin resultados oficiales disponibles – la página oficial del escrutinio no funcionó -, el kirchnerismo salió a festejar un segundo puesto de manera prematura, mientras que en el búnker de Martín Lousteau se mantuvo la cautela hasta que llegaron los números del escrutinio. Hacia la medianoche, el Frente para la Victoria reconocía, fuera del escenario, un incómodo tercer lugar.

 

Los dirigentes de los dos espacios se manejaron durante todo el día con bocas de urna y mesas testigo. Poco después de las 18, tras el cierre de los comicios, en el hotel NH Tango, comando central, del Frente para la Victoria, reinaba el optimismo. Tras haber almorzado todos juntos en la tradicional pizzería El Cuartito, los dirigentes de la plana mayor de La Cámpora se reunieron en el tercer piso del hotel a la espera de los resultados. El candidato Mariano Recalde, Eduardo “Wado” de Pedro, Juan Cabandié, José Ottavis, Axel Kicillof y Andrés “Cuervo” Larroque se pasearon por los pasillos del búnker y subieron varias veces al escenario a organizar el discurso final, mientras iban recibiendo números de sus fiscales en las distintas mesas de la ciudad.  

 

Los números que manejaba el oficialismo ubicaban a Recalde en el tercer lugar, con 16,5 puntos, detrás de Horacio Rodríguez Larreta (a quien le adjudicaban 24 por ciento) y Gabriela Michetti (supuestamente con 19). Apenas por debajo de Recalde estaba Lousteau, con medio punto menos. También en la sumatoria de las fuerzas el Frente para la Victoria se ubicaba segundo, con 25 puntos, seguido por ECO, con 21. Para el kirchnerismo, el número deseado para Recalde rondaba el 15 por ciento, mientras que se esperaba que el espacio obtuviera el 22.

 

A la misma hora, en el búnker de ECO el compañero de fórmula de Lousteau, el diputado Fernando Sánchez, prefería esperar los números oficiales antes de salir a cantar victoria, aunque ya manejaba información que ubicaban al economista un poco por encima de Recalde – y en paridad con Michetti – y, aunque con más dudas, también indicaban que ECO superaba al Frente para la Victoria.

 

En el espacio liderado por Lousteau llegaba información de las 124 mesas testigo ubicadas en distrito porteño. De acuerdo con los números que manejaban en el subsuelo del búnker, y que los operadores iban subiendo a los candidatos, Larreta se imponía con 27 puntos, Michetti lo seguía con 18, luego se ubicaba Lousteau, con 17,7, y por detrás venía Recalde, con 13. Graciela Ocaña cosechaba 4,1 puntos. Un panorama muy cercano a los resultados definitivos.

 

“Gracias a Dios la Capital es de la República y no de La Cámpora ni de Aníbal”, celebró Elisa Carrió en el escenario montado en el segundo piso del Palais Rouge, cuando ya circulaban los primeros números oficiales. Pocos minutos antes, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se había apurado a anunciar: “Recuperamos el segundo lugar. Estamos a cinco puntos de quien nos sigue”. Carrió subió al escenario acompañada por el precandidato a presidente por la UCR, Ernesto Sanz.

 

“Ni con Larreta, ni con los K, yo voy con ECO a ganar la Capital”, cantaban para ese entonces en el búnker de Lousteau, que celebraba una gran elección. Cerca del diputado  ya empezaban a pensar en el próximo tramo de la campaña. “Ahora vamos  a tener que hacer una campaña más agresiva contra el Pro. Tenemos que diferenciarnos más de ellos”, decía un dirigente del espacio, que admitía las dificultades que había tenido la campaña para las PASO, en pleno acuerdo nacional entre la UCR, la Coalición Cívica y el Pro. “Nosotros los criticamos mucho pero ellos estuvieron tan metidos en su interna que no nos devolvieron ninguna. Esta segunda etapa tendremos que polarizar más”, explicaba un dirigente.

 

Mientras tanto, el búnker del Frente para la Victoria ardía de quejas contra el escrutinio orquestado por el Gobierno de la Ciudad. “La página de los resultados está caída, es un desastre todo. ECO sale a festeja y todavía no tenemos resultados oficiales”, explicaba un legislador. Sobre el escenario montado en el hotel NH se ubicaron, a la izquierda, los camporistas Kicillof, De Pedro, Cabadié, Ottavis y Larroque, acompañados por el líder de la CGT oficial, Antonio Caló, y el presidente del PJ porteño, Víctor Santa María. A la derecha se sentaron Daniel Scioli, Sergio Urribarri, Florencio Randazzo, Agustín Rossi, Jorge Taiana, Amado Boudou, Carlos Zannini, y má atrás estuvieron Sergio Berni, Julián Domínguez y Cecilia Rodríguez, entre otros. En un clima de festejo, con cantos y arenga, el Frente para la Victoria celebraba el segundo lugar no logrado.  

 

“La gran mayoría de la Ciudad se pronunció por el cambio. Vamos a trabajar para entrar en el ballotage”, alentaba Recalde desde el escenario, respaldado por los otros precandidatos del FPV, que quedaron afuera de la pelea. Abajo del escenario, algunos operadores ya lamentaban los resultados, que ubicaban al kirchnerismo en su peor elección desde el año 2009. La sumatoria final dejó al espacio en poco más del 18 por ciento, por debajo de los 23 puntos obtenidos en 2013 por Daniel Filmus.

 

Después de conocidos los resultados, en los dos espacios comenzó la especulación sobre qué pasará en las elecciones generales. En ECO se ilusionan con aumentar su caudal de votos. “Este es nuestro piso, en cambio el Frente para la Victoria está en su techo”, decía Sánchez. El espacio que lidera Lousteau promete cosechar el apoyo de algunos votantes de Michetti que no apoyarán a Larreta, además de aquellos de las fuerzas de centroizquierda que no pasaron las primarias. Para el kirchnerismo, en cambio, el panorama es más complicado. “Más allá de algunos K que votaron en la interna del Pro solo para molestar a Macri, es difícil pensar que podemos sacar votos de otro lado”, se lamentaban en el búnker. El Frente para la Victoria se replanteará estrategias para recuperar el segundo lugar perdido el 5 de julio, un desafío que parece difícil de concretar. 

 

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