Después del cimbronazo político por la salida del histórico operador justicialista Juan Carlos “Chueco” Mazzón, luego de la derrota en las elecciones municipales de Mendoza, en el Frente para la Victoria algunas cuestiones no funcionan para nada bien.
Es que la disputa electoral, sumada a rencillas personales, demostró los problemas en el peronismo para acordar un pacto que no lo debilite luego de lo sucedido en febrero, cuando la UCR aplastó al FpV. A la lista que impulsa Francisco “Paco” Pérez, y la de Guillermo Carmona –sustentado en la estructura que supo tener Unidos y Organizados–, surge la alternativa de un antiguo aliado al Gobernador.
Matías Roby, ex ministro de Salud mendocino, decidió jugar fuerte en la provincia: desde ese momento, desató una interna durísima en la que se ventilaron cuestiones personales con un estilo lejano de los “códigos” que deben respetarse.
Con el cierre de listas ideados por Mazón, Pérez le pidió la renuncia a Roby por sellar vínculos con Hugo Moyano y provocó un escándalo repleto de cruces mediáticos que llegó a su pico con una conferencia escandalosa protagonizada por el ex Puma.
“Me traicionó. Me entregó ante la presión de la política, de algunos intendentes y otros referentes del peronismo”, planteaba, furioso, antes de comenzar a darle vía libre a la idea de participar en las PASO.
Desde ese instante, armó una lista con el aval de diferentes gremios. De esa conformación, sustentada en otros ex funcionarios del Gobernador, dos actores importantes se acoplaron a su jugada. En el departamento de Guaymallén, el ex intendente Alejandro Abraham, con peso en el PJ, decidió gravitar en la tercera lista al igual que la familia Félix.
Omar Félix (ex Senador nacional, hoy director de YPF) con Emir Félix, actual intendente de San Rafael también le dieron el visto bueno para sumar otro condimento a la agitada interna. El apoyo de un sector fuerte del peronismo, más las declaraciones explosivas, le dan respaldo en el electorado que comenzó a identificarse en su estilo directo.
Pero, como era de esperar, las presiones alcanzaron a otros dirigentes con cargos en la provincia.
Funcionarios de Anses, que decidieron jugarse por Roby, quedaron bajo la lupa desde que se anunciaron su apoyo. Héctor Rasso, quien buscaba presentarse en la comuna de Malargüe y Claudio Leiva, un camporista que se alejó de ese espacio después de ser el máximo referente en Cuyo, también se encolumnaron en el proyecto.
Ambos, desde ese momento, soportaron reiterados inconvenientes con el Gobierno provincial por el apoyo a los “enemigos” de Pérez. Según cuentan, hasta el mismo Diego Bossio recibió llamados para que interceda en el conflicto. Rasso –que no renunció a su cargo– se bajó de la lista a diferencia de Leiva quien continuó en la campaña.
Por estas horas, con la renuncia del subsecretario de Derechos Humanos, Juan Manuel González (La Cámpora), aumenta la presión hacia la capital mendocina por la fuga de otro funcionario que demuestra los chispazos entre los compañeros de espacio.