Un Mauricio Macri relajado abrió la nueva temporada televisiva de Animales Sueltos y se mostró confiado en las próximas elecciones, sobre todo en el armado nacional. Para el precandidato del PRO, “Santa Fe se suma al cambio, hoy gana, porque necesita una renovación” junto a Miguel del Sel y Jorge Boasso en carrera por la gobernación de esa provincia.
“En Córdoba con Luis Juez (senador nacional) hemos acordado trabajar juntos, tenemos a Oscar Aguad, hemos hablado con Ramón Mestre, Héctor “Coneja” Baldassi está muy fuerte, Eduardo “Gato” Romero va a elecciones. Si conseguimos sumar todos juntos, ganamos Córdoba”, aseguró el líder del espacio amarillo. “Queremos un gobierno renovando gente, con nuevos cuadros, va a ser un cambio muy importante para todos”, agregó.
Asimismo, Macri volvió a plantear que se ve ganador en segunda vuelta con una “ola de cambio” que “va creciendo, es imparable”. “Cada vez es más, la gente te dice ‘basta de todo esto, queremos algo diferente’. No es que crece mi candidatura, crece la idea de que juntos vamos a construir una Argentina distinta. Es la idea maravillosa que hemos despertado. Contra el oficialismo o alguna derivación del peronismo, puede ser el candidato para adentro, llámese Daniel Scioli o Florencio Randazzo, o el candidato por afuera, llámese Sergio Massa”, disparó el precandidato.
En referencia al tigrense, opinó que como fue jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, “ha sido parte de su Gobierno de una época que fue hasta hace muy poco, fue parte”. “El cambio tiene que ser de gente y de valores, no puede ser un reciclado. No es cambio, sino más de lo mismo”, afirmó.
Por otro lado, sostuvo que quien gane la elección no va a tener mayoría propia en el Congreso por lo que entrará en una dinámica “como la que hemos tenido en la Ciudad de Buenos Aires, de discutir, dialogar, consensuar la leyes, un ejercicio muy bueno”.
“Requiere mayor trabajo, pero es un trabajo sano porque genera el ejercicio del diálogo, de la construcción. Lo que lográs por consenso tiene un apoyo y una autoridad mayor que cuando querés imponer mayorías circunstanciales de una foto como pasa ahora, que ellos ya no tendrían una mayoría en la elección y siguen apostando a utilizar esa mayoría que tuvieron en la elección pasada”, insistió.
En un estado más espiritual, el Jefe de Gobierno porteño declaró que todos estos años trabajó mucho su persona “gracias al psicoanálisis, la contención familiar, lo bien que me llevo con mi mujer, con mis hijos, con mis amigos, el budismo, conocer más la naturaleza humana”.
Así, confesó que a pesar de ser católico, leyó sobre la armonización cuando empezó allá por el 2010 y lo ayudó a canalizar la “agresión” hacia su figura. “Todo lo que hemos vivido con el tema de las escuchas, necesitaba entender qué estaba pasando y me hizo muy bien el proceso de armonización, lograr abrir la mente o para tener más capacidad de análisis y reconfirmar que lo más importante son los afectos”, dijo.
“Si tengo el honor de ser presidente, es nada, son unos años después la vida continuará, lo importante son los afectos, el haber podido dar, el poder recibir. No es importante ejercer el poder en forma caprichosa. El poder es un instrumento maravilloso si lo usás para construir algo bueno para el conjunto de la sociedad, si no es algo desgastante, ruin, que te aleja de lo importante”, analizó un Macri con un discurso nuevo ante las cámaras de América TV.
Según el líder del PRO “el día que termine mi gestión pública, que va a terminar algún día, vuelvo a ser una persona de la vida normal porque siento que la gente en la política debe renovarse. Como hice en Boca. Eso de ser presidente y pasar de vuelta a ser senador, no lo entiendo. Hay que darle el espacio a otros, es lo sano”.
Del mismo modo, citó un documental (“Happy”) que le reconfirmó lo que pensaba: “la felicidad”. “Dice que el 50 por ciento de la capacidad de la persona de ser feliz es genética, el otro 50 sólo el 10 por ciento es lo material y 40 valores que tienen que ver con dar, recibir, compartir, tener buenos amigos y sentir que te realizás haciendo cosas especialmente por los demás. A mí me hace feliz sentir que soy útil dando a los demás”, aseguró.
Por último, hizo referencia a ser “papá-abuelo” como una experiencia nueva `porque “ser papá después de los 50 es totalmente distinto a cuando tenía 22 años”. “Es alucinante es volver a tener amor, te rejuvenece, te pone en la tarea fascinante de educar y otra mirada. Yo me llevo bien con todos mis hijos y siempre les dije a todos que digan la verdad. Si me mienten es imperdonable, es un valor central. El tema del consumismo y el materialismo extremo, no suma, hay un mínimo que necesitamos, pero el extremo de comprar no sirve”, finalizó.