LA PELEA POR LOS FONDOS

Macri le promete más coparticipación a Vidal y los gobernadores dicen que es “irritante”

En caso de ser presidente, le dará 13 mil millones de pesos a Buenos Aires en 2016 y quiere llevar la coparticipación a 25% en 2019. En el interior advierten que “es imposible” modificar la ley.

Tras su histórico triunfo en Buenos Aires, María Eugenia Vidal comenzó a dar pistas sobre lo que será su gobierno y anunció que, en caso de que Mauricio Macri gane el ballotage, espera recibir de la Nación un fondo de 13 mil millones de pesos, en el primer año de su mandato, y que la provincia aumente su porcentaje de coparticipación, hasta llegar al 25 por ciento en 2019. El plan, una buena noticia para el territorio bonaerense, ya empezó a irritar a los gobernadores del interior, que advierten que no avalarán una modificación de la ley de coparticipación que beneficie de Buenos Aires.

 

“Es irritante para todo el interior y para el país federal que queremos ser que Buenos Aires, por ser la hermana mayor, quiera llevarse más plata. Ningún gobernador va a aceptar algo así”, le dice a Letra P el sanjuanino José Luis Gioja, quien el 10 de diciembre terminará su tercer mandato al frente de la provincia y desembarcará en la Cámara de Diputados.

 

En la misma sintonía hablan, en voz alta o por lo bajo, representantes de diferentes provincias, sobre una histórica disputa nunca zanjada. “Este es el cuento de la frazada corta: para darle más a una provincia hay que sacarle algo a los demás. Es imposible que Buenos Aires se lleve más plata sin que se perjudiquen las demás”, agrega Gioja.

 

El anuncio que Vidal hizo después de dar el batacazo en tierra bonaerense ya había sido adelantado tanto por la flamante gobernadora como por Macri antes de la elección del 25 de octubre.

 

“Me comprometo a partir del 10 de diciembre a duplicar los fondos de la provincia y llevarlos a 13 mil millones en el primer año para alcanzar ese 25% que vos reclamás", le había dicho Macri a su entonces candidata durante un acto en La Matanza. Vidal había dicho que no era “justo” que la provincia de Buenos Aires recibiera “solo el 18 por ciento de los recursos coparticipables”, cuando es el distrito que más aporta.

 

En plena campaña, el tema pasó casi desapercibido, pero con Vidal como gobernadora electa y la posibilidad concreta de que Macri sea presidente, se encendió la mecha entre los dirigentes del interior.

 

“Ahora como ellos ganaron la provincia de Buenos Aires quieren beneficiarla. Es una declaración facilista que tiene su origen en su visión centralista del país”, dice el gobernador electo de Chaco, Domingo Peppo, quien reemplazará en diciembre a Jorge Capitanich.

 

Más allá de las intenciones, lo cierto es que modificar la ley de coparticipación es “prácticamente imposible”, según un senador electo que asumirá su banca el 10 de diciembre, cuya provincia es una de las más perjudicadas por el actual régimen. “No hay manera de que esa ley se modifique. Para eso tienen que estar de acuerdo todas las provincias. Lo que están prometiendo es una mentira de campaña, no lo van a poder hacer”, dice el dirigente en estricto off, que considera que aún no es tiempo para salir a hablar públicamente sobre el asunto. 

 

Si bien todos coinciden en la necesidad de revisar la ley 23.548, que data de 1988, lo cierto es que se aferran con uñas y dientes  al actual régimen de distribución de recursos coparticipables. Sistemáticamente, todos los gobernadores bonaerenses fracasaron en sus intentos de poner en discusión la actual ley que rige el reparto.

 

La coparticipación es el método que se utiliza para repartir los fondos que recauda la Nación a través de la AFIP con impuestos como Ganancias, IVA y Bienes Personales, entre otros. De acuerdo con la ley, el monto recaudado se debía distribuir de la siguiente forma: un 42,34 por ciento para la Nación; 54,66 por ciento para las provincias; un 2 por ciento para el recupero del nivel relativo en Buenos Aires, Chubut, Neuquén y Santa Cruz; y 1 por ciento para un Fondo de Aportes del Tesoro Nacional.

 

La distribución a las provincias se establece de acuerdo a un criterio establecido en el artículo 4 de la ley que fija, por ejemplo, un 19,93 por ciento para Buenos Aires, 9,28 para Santa Fe, y 4,33 para Mendoza. Sin embargo la norma fue sufriendo varias modificaciones a lo largo de los años. En la década del ´90 disminuyó la masa coparticipable y se establecieron otros métodos de transferencia de recursos desde el Estado nacional hacia las provincias.

 

En 1994, la Constitución ordenó el dictado de una nueva ley, que nunca se concretó. El artículo 75 inciso 2 de la Carta Magna establece que “una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá regímenes de coparticipación”, “será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional”.

 

La ley convenio debía ser aprobada por las legislaturas de todas las provincias  y en el Congreso Nacional tendría como cámara de origen el Senado – donde el peronismo seguirá teniendo amplia mayoría después de diciembre -  y debía ser aprobada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de ambas Cámaras. Es decir, que para modificar la coparticipación se necesita del acuerdo de los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, además de las mayorías del Congreso. Algo difícil de imaginar.

 

“Esa es la visión de país que tiene Macri, ya lo vimos en el video de Alfonso Prat Gay que se filtró en los últimos días. Es el centralismo de Buenos Aires, la idea de que solo una elite porteña puede gobernar la Argentina. Eso en las provincias se siente mucho”, dice un senador recién electo. Gioja recuerda, además, que la provincia de Buenos Aires ya goza de otros beneficios que no tienen otras jurisdicciones, como los subsidios al transporte y a los servicios públicos, o el hecho de que el Banco Provincia sea el único de todo el país que no paga impuestos.

 

Más allá de los fondos de coparticipación, varios dirigentes se quejan también de la transferencia de 13 mil millones que Macri pretende hacerle a Vidal. “Esa plata sale del Tesoro Nacional. Lo que va a Buenos Aires deja de ir al interior en obras o infraestructura”, protesta un dirigente del peronismo mendocino.   

 

Con las declaraciones de Vidal, en Córdoba también sonaron las alertas. “Es preocupante. Macri evita hablar del tema de la coparticipación. Para Córdoba hay tres temas fundamentales: la coparticipación, la caja de jubilaciones y el juicio contra la Nación ante la Corte. Macri todavía no dijo nada sobre eso”, dice un hombre del PJ cordobés. Desde Santa Fe, otro dirigente apuesta a que las promesas de Vidal “responden únicamente a la campaña electoral” y no son susceptibles de ser concretadas.  

 

“Nadie va a resignar el porcentaje que ya tiene. Lo que tenemos que hacer en todo caso es ampliar la torta, el monto a repartir”, dice el chaqueño Peppo. Aunque la discusión parece lejana y la elección aún no está definida, lo cierto es que los gobernadores del peronismo ya alzaron la primera bandera contra Macri.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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