Durante esta semana, los precios de las naftas y el gasoil registrarán el sexto aumento en lo que va del año. En la Capital Federal la súper pasaría a costar $11,90 el litro mientras que la nafta premium subiría a casi 13,50 pesos. En el interior del país, el combustible de mayor octanaje podría alcanzar los 16 pesos en las marcas más caras.
Según dijo el presidente de la Unión de Expendedores de Naftas y Afines bonaerense, Luis Malchiodi, el ajuste estaba previsto. “En agosto no hubo subas porque la economía estaba complicada y hubiera sido un nuevo agravio al consumidor”, argumentó.
Para los estacioneros, decidir estas subas es complicado ya que si bien acomodan las finanzas, también disminuyen las ventas y provocan la retracción del mercado. “La venta de gasoil bajó porque la actividad económica es menor, y en la nafta también cayó; los aumentos que han asustado a los consumidores. Los salarios no han tenido el mismo camino que la inflación y hay una lógica disminución del poder adquisitivo”, graficó el especialista.
“La inflación no cesa, al contrario, para nosotros se está incrementando y esto trae la necesidad de hacer ajuste en los combustibles líquidos. Los ajustes van a ser pequeños de aquí a fin de año, pero serán actualizados a medida que los precios tengan que ser cambiados”, dijo en declaraciones a radio La Red.
De acuerdo a datos oficiales, el despacho de combustibles líquidos al público retrocedió en julio 6,5% respecto al mismo mes del año anterior. La premium y el gasoil tradicional fueron los productos más afectados aunque también se contrajo la demanda de la nafta súper.