Charlas de café

Elba del pueblo: cocinera campeona y enfermera en una UPA

Letra P.- La ganadora de Masterchef, Elba Rodríguez, además de cocinar sopa de maní, empanadas y lasagna de manera brillante, le dedica tiempo semana tras semana a su otra pasión: la enfermería. Desde el ministerio de Salud bonaerense la fueron a visitar a Avellaneda, en donde sábado, domingos y feriados atiende en la UPA de ese distrito.

Hija de inmigrantes bolivianos, creció en un hogar humilde de Lomas de Zamora. Hace unos días se consagró en el reality de cocineros de Telefe y fue la preferida del público. A pesar de haber revolucionado las redes sociales gracias a su aparición en aquel programa, Elba continúa atendiendo a pacientes en una Unidad de Pronta Atención del conurbano.

 

Las UPA son centros de salud a mitad de camino entre una salita sanitaria y un hospital, modernos, bien equipados y especializados en emergencias, según remarcan desde el ministerio que conduce Alejandro Collia. En el día de hoy hay siete en toda la provincia de Buenos Aires y están abiertas las 24 horas de los 7 días de la semana.

 

Cuando abrió la de Avellaneda, Elba, que tenía 21 años, se anotó como administrativa. Eligió el área de admisión, así que es la primera persona que te atiende cuando llegás a la UPA. “Es que me gusta el contacto con la gente y para atender a los enfermos hay que tener un carácter positivo”, dijo Elbita.

 

Le tocó trabajar de noche los sábados, domingos y feriados. No se lamentó, al contrario, porque para ella “quejarse es perder el tiempo y el tiempo es algo muy valioso”. Elba cocinó en la final una lasagna que enamoró al jurado. Ganó 250 mil pesos, una beca en una prestigiosa escuela de cocineros y la edición de un libro con sus recetas. Sin embargo, ella dice que seguirá trabajando en la UPA Avellaneda que atiende unos 7 mil pacientes por mes, casi 4 mil chicos. Asegura que seguirá estudiando enfermería, como lo hicieron sus dos hermanos mayores, que ya se recibieron y trabajan de eso.

 

“Estamos muy orgullosos de contar con Elba que, de algún modo, representa a muchos trabajadores anónimos que engrandecen la salud pública de la Provincia. Y todos sabemos que el recurso humano es lo más importante que podemos ofrecer a quienes están enfermos”, dijo por su parte Collia, que a raíz de la difusión mediática del reality conoció a Elba y la llamó para felicitarla.

 

“Elba es del otro mundo: yo llego los lunes a las 7 de la mañana y ella estuvo despierta toda la noche atendiendo ¿podés creer que te hace chistes? tiene un humor envidiable y si te descuidás, antes de irse te hace una torta”, detalla Juliana, su compañera.

 

A Elba le enseñó a cocinar su mamá. Desde los 9 años tuvo que hacerse cargo de la cena familiar porque sus padres trabajaban. Pronto le tomó el gustito al asunto y su madre asumió que la habían destronado porque ahora la cocina era el reino de su hija menor. Por eso este año le insistió para que vaya a la tele.

 

“Cuando me dijeron que convocaban para Masterchef pensé que era para gente que había estudiado cocina, eso me dio un poco de rechazo”, confiesa ahora. Pero después supo que era un concurso amateur y se anotó.

 

Se anotó, ganó y enamoró al público, que la noche de la final se cansó de apoyarla en las redes sociales, con ingeniosas frases y hasta afiches en donde la tildaban de héroe, como semanas atrás con los jugadores de la Selección, subcampeones en Brasil.

 

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