Mientras busca un candidato propio para la gobernación de Río Negro, el senador Miguel Ángel Pichetto ya se siente compañero de la fórmula presidencial de Daniel Scioli. A su vez, el jefe de la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara alta se hace de tiempo para armar un equipo de campaña en la Ciudad de Buenos Aires.
En los pasillos del Congreso, tanto en el oficialismo como en la oposición, comparan a Pichetto con Francis “Frank” J. Underwood, el político con pocos escrúpulos de la exitosa serie estadounidense House of Cards.
“Scioli necesita un vicepresidente que sepa el manejo del Senado y de Diputados, y Miguel Ángel es un especialista”, aseguró un funcionario que recorre el país en nombre del gobernador bonaerense.
En la primera temporada de la serie, Underwood, interpretado por el actor Kevin Spacey, es un sagaz congresista demócrata de gran trayectoria y preside la bancada de la mayoría. Pichetto mantiene la presidencia del bloque oficialista desde hace el 30 de diciembre de 2002.
Antes de llegar al Congreso como diputado en 1993, Pichetto fue legislador en Río Negro. Su carrera política comenzó de abajo, primero siendo concejal y luego intendente del municipio rionegrino de Sierra Grande.
Ahora Pichetto apunta a la vicepresidencia y está convencido que su alianza con Scioli le puede dar esa oportunidad. “Underwood terminó siendo vicepresidente, nosotros tenemos a Pichetto”, dice uno de los asesores del senador mientras confiesa su devoción por House of Cards.
Underwood, más allá de sus diferencias con el Presidente, se valió de cualquier estrategia para defender y lograr la aprobación las iniciativas que el Ejecutivo necesitaba. Pichetto traga saliva y defiende hasta lo que no comparte.
Underwood y Pichetto hacen culto de su frialdad, son pragmáticos, formales, tienen los mismos gustos al vestirse y hasta se peinan igual. El primero hace gala del manejo de información y no tiene problemas en utilizar, en caso de ser necesario, las “carpetas” que guarda en la iMac de su despacho.
El segundo es el miembro que más tiempo permaneció en la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia en la historia del Congreso. Una chapa que el senador sabe utilizar en el momento adecuado.
Entregado de lleno a la campaña, Pichetto hace reuniones y suma voluntades para el sciolismo en la Ciudad de Buenos Aires. “Tenemos que hablar con Pichetto”, se lo escuchó decir a Miguel Ángel Toma, otro de los engranajes de la maquinaria de Scioli en el territorio del PRO.