El vicepresidente llegó a los tribunales de Comodoro Py el 9 de junio en horas de la mañana y estuvo todo el día declarando por la causa Ciccone ante el juez federal Ariel Lijo. Estuvo declarando durante aproximadamente casi 8 horas.
La larga indagatoria a la que fue sometido tuvo sus altos durante la jornada. En algunas ocasiones el vice pidió ir al baño y claro está, hubo una pausa para almorzar.
Luego del almuerzo, sentado y junto a sus dos abogados que lo acompañaron, Diego Pirota y Eduardo Durañona, el ex ministro de Economía abrió su saco y de adentro de uno de sus bolsillos sacó tres turrones que repartió en partes iguales a modo de postre: uno por cabeza, dejando sorprendidos a todos.