Desde un acto en Río Gallegos para anunciar obras, la mandataria apuntó contra el Gobernador de la provincia de Buenos Aires. “Sé que es lindo sonreír siempre y decir a todo que sí”, lanzó Cristina luego de que el Gobierno de Scioli dictara la conciliación obligatoria para avanzar en un acuerdo por el conflicto laboral que se dio ante el despido de un grupo de trabajadores de la fábrica Gestamp, que derivó en problemas en plantas como Ford, Volkswagen y PSA Peugeot.
Para el sciolismo, los dichos de la mandataria generan un costo político al Gobernador por “un conflicto nacional que se origina por la crisis automotriz como consecuencia de la caída de la demanda y la producción en el sector”, en el marco del problema en SMATA con los trabajadores.
De cara al 2015, y con un Scioli que mira la presidencia, las diferencia con el kirchnerismo vuelven a salir a la luz y está claro que la Presidenta no lo tiene como favorito dentro de la interna del Frente para la Victoria.
“Tenemos una fábrica en la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires tomada por nueve trabajadores que impiden el trabajo de miles de argentinos. Les pido a las autoridades que se hagan cargo del problema y lo resuelvan y a los trabajadores que cuiden por favor las fuentes de trabajo”, dijo Cristina en el acto de Río Gallegos.
Por su parte, y frente al conflicto del sector automotriz, siete diputados nacionales de distintos partidos exigieron una reunión urgente con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, en respuesta a una reunión del ex gobernador de Chaco con Scioli, Sergio Berni y el secretario general de SMATA, para “manifestarle nuestra preocupación por lo que acontezca en la planta de la empresa Gestamp en la localidad de Escobar, en la que puede correr peligro la vida de algún trabajador si se toman medidas por parte de la fuerza pública”.
