La magistrada padecía la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tenía complicaciones renales y problemas cardíacos y requería asistencia respiratoria. Estaba internada en el Instituto de Diagnóstico y Tratamiento.
Durante los últimos meses, Argibay, fumadora habitual, había estado internada en varias oportunidades para someterse a estudios y cuidados médicos por sus inconvenientes de salud.
De amplia trayectoria en el derecho penal internacional, Argibay, abogada de la Universidad de Buenos Aires, fue la primera mujer elegida para la Corte Suprema de Justicia . Había prestado juramento el 3 de febrero de 2005.
En la última dictadura militar, Argibay había estado nueve meses detenida en la cárcel de Villa Devoto sin imputación, juicio ni proceso. “Me vinieron a buscar la madrugada del golpe, a las tres de la mañana, y me tiraron la puerta abajo a tiros. En nombre de querer defender la Constitución, ellos la pisotearon”, recordó en una reciente entrevista.
La ministra de la Corte era una firme defensora de la independencia judicial y evitaba cualquier diálogo extraoficial con el Gobierno.