Cirigliano, titular de la empresa que es la principal accionista de TBA, la empresa a cargo de la concesión del ferrocarril Sarmiento cuando se produjo la tragedia de Once, declaró hoy durante 45 minutos.
Comenzó con una exposición sobre sus antecedentes vinculados al transporte y a la conformación de Cometrans SA y TBA SA. Luego se refirió en forma crítica a la instrucción de la causa llevada adelante por el juez Bonadío en el post accidente: “no se puede suspender una búsqueda de sobrevivientes en un servicio de transporte masivo. No se puede desoír la opinión de los especialistas, bomberos, policías y el propio personal ferroviario”, consignó.
La responsabilidad del motorman
En otro pasaje de su declaración, Cirigliano se refirió a las pericias y apuntó como principal hipótesis a investigar por qué el maquinista no frenó al momento de llegar a la estación. “El sistema de hombre muerto fue concebido para que sólo se deje de accionar cuando el tren está detenido. Los conductores son seres humanos que pueden sufrir alguna alteración médica y para cubrir eso está el sistema de hombre muerto. El tren chapa 16 cuando fue conducido por Leonardo Andrada, este no reportó ningún tipo de anomalía en su funcionamiento. Tampoco Marcos Córdoba reportó anomalías en la formación mientras estuvo a su cargo. Estos trenes están diseñados para frenar antes de poder traccionar, es decir que si no tiene presión para frenar no arranca”, explicó.
“Las pericias establecieron que el tren podía frenar. Pero en la instrucción el juez Claudio Bonadío transformó un accidente en una gran confusión cambiando el rumbo de la investigación…”, criticó.
“Al juez Bonadío al menos le falto sentido común en la desesperada búsqueda de Lucas (Menghini Rey) que duró casi 60 horas. Durante estos 2 años evite expresarme públicamente por respeto a las víctimas. El tren estaba en condiciones de circular con los frenos a disposición para ser utilizados. Algo le paso al motorman Córdoba que no frenó el tren. Descarto la intencionalidad, pero algo le pasó. Cuando el desconecta el sistema de hombre muerto ya ahí entra en confusión…” subrayó.
En otro pasaje destacó que “no hablo con los familiares de las víctimas porque no encuentro las palabras exactas para reflejar o entender el sufrimiento de las familias y víctimas. TBA puso todo lo que tenía a su alcance para asistir a las víctimas hasta en quite de concesión”.
Colaboración con la justicia
“Yo quiero saber por qué se produjo el accidente y voy a colaborar con la justicia para esclarecerlo. Mi hermano Mario está imputado en esta causa sólo por el hecho de ser mi hermano y por tener un poder a su nombre que se demostró que nunca lo utilizó”, dijo.
Respecto a la conformación de la empresa, destacó que “TBA, en 17 años de concesión corrió 5.600.000 trenes. La empresa estaba formada por 4500 personas que trabajaban todos los días más de 3.000 millones de pasajeros. Ejecutó en planes de obras por orden del Estado Nacional por más de 600 millones de dólares. Los planes de obras no fueron suspendidos por la concesionaria, en la Argentina en 2001 pasaron cosas que derivaron en la Emergencia Ferroviaria que generó un nuevo marco en las concesiones ferroviarias donde se priorizó la seguridad de los trenes y se postergaron las mejoras sobre el confort”.
Y sobre la cuestión de los subsidios fue categórico: “el subsidio en transporte se creó en 2001 en el gobierno de Eduardo Duhalde para compensar aumentos tarifarios que fueron postergados. Los subsidios por compensación tarifaria los aprobó el Estado Nacional en su conjunto (tanto el Ejecutivo como el Legislativo) No es algo oscuro como algunos tratan de hacer parecer”.
Al cierre de su declaración dijo: “niego todas y cada una de las imputaciones que se me hacen”. Consultado por el tribunal sobre si iba a responder preguntas dijo: “en esta oportunidad no voy a contestar preguntas”, finalizó.