“Denegamos los hechos imputados”, afirmó su abogado ante la jueza Concepción Espejel de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, quien debe decidir si accede a la petición de extradición presentada por Argentina.
González Pacheco, de 67 años, ya se había declarado contrario a su entrega el 5 de diciembre durante una vista en la que también rechazó su extradición el ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar, de 75 años, reclamado por la misma causa.
Y este jueves volvió a oponerse.”¿Consiente usted a la entrega a Argentina?”, le preguntó el fiscal. “No, en absoluto”, respondió el ex policía, hoy jubilado, quien, afirmando haber recibido amenazas y temer por su seguridad, se negó a que los medios grabasen imágenes de su rostro.
La jueza de Buenos Aires María Servini de Cubría, quien valiéndose del principio de justicia universal abrió en 2010 una investigación por “delitos de genocidio y/o lesa humanidad” durante el franquismo (1939-1975) y la guerra civil española (1936-1939), reclama a González Pachecho por presuntas torturas a más de una docena de detenidos a principios de los años 1970.
El abogado defensor aseguró “que, por ejemplo, se le imputan lesiones o torturas a la persona de Andoni Arrizabalaga en el año 1968 cuando el señor González Pacheco ni siquiera había ingresado en la policía”.
Como ya había hecho en un escrito el 31 de enero, y de nuevo en la vista de extradición de Muñecas Aguilar el 3 abril, el fiscal Pedro Martínez volvió a oponerse a la entrega del ex policía.
Al igual que la defensa, consideró que es la justicia española quien debe juzgar este caso, aunque precisó que los hechos prescribieron hace tiempo, además de estar englobados por la ley de Amnistía de 1977, que en un esfuerzo por allanar el camino hacia la democracia tras la muerte del dictador cubrió “todos los actos de intencionalidad política” anteriores a ese año.
Esta ley dificulta que las víctimas del franquismo puedan presentar sus casos ante los tribunales españoles, lo que las llevó a recurrir a la justicia argentina.