El intercambio de artillería en el Mar Amarillo siguió al sorpresivo anuncio de Pyongyang de que realizaría maniobras de artillería con “fuego real” en siete zonas de la frontera marítima que se disputan ambas Coreas.
Corea del Norte disparó 500 proyectiles de artillería durante más de tres horas, 100 de los cuales cayeron al sur de la frontera marítima, dijo el vocero del Ministerio de Defensa surcoreano Kim Min-seok.
Corea del Sur respondió disparando 300 proyectiles contra las aguas de Corea del Norte. Ningún proyectil de ambas partes fue disparado contra tierra o instalaciones militares.
Kim consideró los disparos del Norte una provocación destinada a poner a prueba la actitud de Corea del Sur. Corea del Norte no formuló comentarios. El Sur, a su vez, difundió imágenes de un imponente ejercicio de desembarco de sus infantes de marina, realizado con gran despliegue de explosiones de artillería.
En Washington, el vocero de la Casa Blanca Jonathan Lalley llamó las acciones de Corea del Norte “peligrosas y provocadoras”, y agregó que empeorarán aún más las tensiones en la región.
El intercambio del lunes fue relativamente “suave” en la historia de violencia entre ambas Coreas, aunque hay temores en Seúl que una crecientemente aislada Corea del Norte podría repetir la retórica belicista casi diaria de hace un año, cuando aumentaron las tensiones y Pyongyang amenazó con “ataques nucleares” contra Washington y Seúl en respuesta a la condena de su tercera prueba atómica.
Los residentes de las islas surcoreanas pasaron varias horas en refugios de hormigón armado durante el cañoneo, y las autoridades suspendieron temporalmente los servicios de trasbordador entre las islas y tierra firme.
La frontera marítima, mal delimitada, ha sido escenario de cruentos enfrentamientos navales en los últimos años entre ambas Coreas. En marzo del 2010, un barco de guerra surcoreano fue hundido con torpedos por el Norte, con un saldo de 46 marineros muertos. En noviembre de 2010, un cañoneo norcoreano mató a cuatro surcoreanos.