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¿Se imagina el mismo estadio lleno de gente y lleno de libros argentinos? ¡Qué bárbaro! Bueno, el Salón de París tiene una superficie de 55.000 m2, es decir alrededor de 8 veces un estadio de fútbol. Y ¿se imagina muchos libros de Julio Cortázar porque se celebrará su centenario en la ciudad donde murió y sobre todo donde en 1981 obtuvo la nacionalidad francesa; donde escribió y tradujo? Por casualidad, justo en 1981, empezó el Salón del libro de París. ¿Qué más puede imaginarse después de eso? Parece un cuento fantástico de Julio.
En Francia, se publican alrededor de 70.000 libros cada año, es decir 700 millones de ejemplares, donde alrededor de 100 millones se tiran a la basura. No es un cuento.
El Salón empezará justo el día de la primavera, el 21, cuando en la Argentina llega el otoño. Cada año está invitada una ciudad, en 2014 será Shanghai (Buenos Aires fue invitada en 2011). Cada año, un país está invitado, en 2014: Argentina.
Hay muchos eventos, encuentros con autores, editores (más de 1000 se dice, de más de 30 países). Es un momento donde los profesionales venden derechos de autor, pero el Salón está abierto al público en general donde cada uno puede hacer la cola y tener una firma de algún autor conocido u otro autor desconocido.
Las editoriales chiquitas de provincia, que no tienen guita para tener un stand (son muy caros) para presentar sus libros, pueden tener un lugarcito sobre las mesas de las regiones –si es que estas participan–. Por ejemplo, unas editoriales de Lyon pueden estar representadas por la región Rhône-Alpes.
Este año, el Salón está dedicado a la cocina. Es un estereotipo enorme, pero qué le vamos a hacer, así somos los franceses, en cualquier evento tiene que estar la comida (la comida rica, claro). Entonces, muchos editores especializados en el tema culinario estarán presentes y muchos chefs reconocidos y restaurantes también. Digamos que las recetas salen de los libros para estar concretamente presentes, con colores y olores (y vino, claro).
Desde Francia, ¡salud!