El funcionario se ubicó en un atril especialmente ubicado, de frente a los legisladores, y no sentado de espaldas a ellos, como en anteriores presentaciones. Previo al informe, los legisladores ratificaron a las autoridades de las comisiones.
“Vengo con la clara intención de que el Senado y Diputados sean el ámbito del debate político, público y de las legítimas ideas. Que acá pueden perfectamente disentir, acordar sobre los planes del Gobierno”, agregó en referencia al debate mediático que instaló el Frente Renovador de Sergio Massa sobre la reforma del Código Penal.
Además, ratificó que el Gobierno enviará al Congreso el proyecto de reforma del Código Penal. “En materia judicial tenemos una serie de iniciativas, muchas de las cuales están en condiciones de debatirse próximamente en este Congreso“, afirmó.
En este sentido, indicó que esas iniciativas “tienen que ver con reformas como la del Código Civil y Comercial y lo que significará el tratamiento del Código Contencioso Administrativo, la Ley orgánica del Sistema Penitenciario Federal y el anteproyecto en análisis del Poder Ejecutivo para el Código Penal”.
Los ejes y metas del Gobierno
“Vengo a cumplir con el mandato constitucional”, dijo al iniciar su discurso. “Tenemos por precisa instrucción de la Presidente la responsabilidad de establecer un gobierno con objetivos y metas para los próximos años. Esto implica 204 objetivos y 274 metas que fueron expuestas y están a consideración de los senadores y el pueblo argentino. Las metas y objetivos tiene por objetivo asignar los recursos”, continuó.
Asimismo, reveló que desde la Jefatura de Gabinete “hemos logrado responder 980 preguntas (de los senadores y diputados), el doble del promedio“.
En materia educativa resaltó la inversión para la construcción y finalización de 1.600 escuelas, la entrega de 4 millones de notebook y miles de libros escolares, el lanzamiento del plan Progresar para estudiantes terciarios, pero se quejó de los “problemas de la conflictividad salarial”.
“Esto no quiere decir que nadie baje sus banderas”, advirtió a los líderes de los gremios docentes que mantienen paros, pero resaltó que “es importante la constancia pedagógica y que cualquier protesta no sea a costa de cada uno de los alumnos y de desvirtuar la escuela pública”. Asimismo, pidió “encausar” los procesos de negociación salarial y remarcó que “la inversión educativa equivale a casi 9 puntos del PBI, no sólo en educación, sino también en Ciencia y Técnica”.
En otro tramo de la exposición, defendió la devaluación de diciembre pasado. “En los últimos meses se ha generado un modelo a partir de la nueva política cambiaria, que estabilizó el tipo de cambio para generar estímulos a las economías regionales”, sostuvo.
Capitanich dijo que tras la devaluación, se registraron importantes entradas de flujo de capitales al país y se dio un “salto extraordinario de la productividad de varios sectores, como el lácteo, carne, trigo maíz y soja” que atraen y obligan a nuevas inversiones.
“El sector agropecuario tuvo un expansión de la zonas sembradas, que superó las 20 millones de hectáreas, y ubica a la Argentina en el décimo puesto de los países con mayor siembra, siendo Estados Unidos el primero y Brasil el quinto”, consideró.
Objetivos de corto y mediano plazo
Antes de dar paso a las preguntas, Capitanich reveló los tres objetivos principales para el corto y mediano plazo. “El autoabastecimiento energético para reducir o eliminar la importación de energía y por eso es estratégico el rol de YPF, que con asociaciones con capitales cuanto ante lo hagamos será un mecanismo de ensanchamiento de reservas”, identificó.
En segundo término, postuló la reducción del déficit en la balanza comercial que arrojan “algunos complejos industriales de producción de bienes y servicios, como la industria automotriz, que genera 20.000 millones de dólares de desequilibrio”.
Por último, planteó la necesidad de “mantener el crecimiento sustentable y el mejoramiento de la calidad de vida” y enfatizó: “Estamos ante un gran desafío”.