Luego de lo que fue un escándalo, se definió la fecha para que la Federación Agraria Argentina (FAA) celebre elecciones. El 2 y 3 de diciembre, en Rosario, los representantes más importantes de la entidad formarán parte de los comicios más polémicos de los últimos tiempos.
Es que Eduardo Buzzi tuvo que ceder antes las presiones que desembocaron en un duro informe. De esa forma, espera expuesto las elecciones en el sur santafesino.
En el tradicional congreso del Patio de la Madera se definirá si Pablo Orsolini –hoy en la línea que pregona el cambio–, puede llegar al cargo que ostenta uno de los integrantes de la mesa de Enlace nacional. En frente, estará el candidato oficialista, Omar Príncipe.
Con la sumatoria de 90 entidades al padrón, que dejan un total de 510 a nivel nacional, deja abierta la posibilidad al sector que hoy se muestra opositor. “No nos querían mostrar padrones parciales”, le dijo a este portal Orsolini, quien tiene el respaldo de tres sectores fuertes y con historia.
Por medio de una alianza entre la “Línea Federal” de Entre Ríos (que tuvo como protagonista a Alfredo de Angeli), los desprendimientos de “Azul y Blanca”, con los jóvenes de la “Agrupación Francisco Netri” y la “Línea Renovadora”, el dirigente chaqueño sabe que llega fuerte a la elección.
Uno de los factores que generan confianza es la impronta que tiene, además de ser un sector con mucho conocimiento del polémico estilo “personalista” de la actual gestión, cada día más ligada al ex intendente de Tigre, Sergio Massa.
Una interna que duele
Como uno de los fundadores de la histórica Azul y Blanca, compartió espacio con Buzzi, o sus ahora aliados Julio Currás (actual Vice y candidato a vice segundo) más el apoyo del titular de la Federación en la provincia de Buenos Aires, Guillermo Giannasi.
“No estaban haciendo las cosas como corresponden”, reconoció Orsolini, hoy máximo exponente de la escisión partidaria que provocó una división casi irreconciliable entre los referentes de la vieja guardia que supo manejar la entidad.
El acuerdo programático, más allá de los electoral, marca la perspectiva de los viejos aliados. Uno de los quiebres fue la falta de llegada a los productores, con marcado territorial y menos juego mediático. “Eduardo tuvo buenos años al frente, pero se han dejado muchas cosas de lado”, insistió el candidato.
Desde el oficialismo, como en el último tiempo, apuntan a sus ex aliados por buscar “desestabilizar” la estructura de la FAA. Lo cierto es que a principios del próximo mes se sabrá quien se queda con el cargo.