Francisco José Garzón, de 52 años, está “imputado por un hecho delictivo vinculado a la autoría del siniestro”, y está a la espera de prestar declaración ante la policía. El hombre pasó todo el jueves en un hospital de Santiago de Compostela, custodiado por la policía judicial.
Garzón se encuentra en el centro de las especulaciones sobre la causa del siniestro y admitió que el tren iba a 190 kilómetros, por hora en el tramo en el que convoy descarriló y donde la velocidad máxima permitida era de 80 kilómetros por hora.
“Tenía que ir a 80 y voy a 190″, dice en la grabación de una comunicación con el servicio ferroviario de emergencias tras el siniestro, según publicó el diario español El País. La grabación fue entregada al juez la misma noche del miércoles.
El magistrado ordenó a la policía custodiar las cajas negras para esclarecer el accidente, así como la recuperación de documentos, vídeos e informes para la instrucción del caso.