Por Gabriela Pepe (*)
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Por Gabriela Pepe (*)
Un día antes del cierre de listas, Sergio Massa recibió la respuesta vía mensaje de texto en su celular. Fue un “no” terminante. Había pasado una semana desde el primer contacto y ya no había tiempo para emisarios. El sábado 22, en plena cocina del Frente Renovador, Massa llamó personalmente. “Te necesito para que colabores con nosotros en materia previsional. Es para eso y nada más. Vos sabés ayudar a la gente”, sedujo el intendente. Mirta Tundis se dejó convencer, aún a riesgo de perder el espacio ganado y meterse en terreno desconocido. “Dejé algo muy querido por mí, el lugar en el noticiero donde atendía a la gente en forma directa, un trabajo en el que ganaba bien, tenía obra social, una cierta tranquilidad. Pero pensé que tal vez puedo ayudar a la gente desde otro lado”, dice.
La campaña la tiene a maltraer. Además del ritmo vertiginoso, Tundis tuvo que empezar a acostumbrarse a las críticas y las chicanas. “Muchos me aconsejan que no preste atención, que no lea. Pero a mí hay cosas que me duelen. Y es desgastante salir a aclarar cosas todo el tiempo. Decir que lo que publicaron no es lo que dije”, explica. El traspié de esta semana, lo que supuestamente dijo, es que no entiende “nada de política”. “En realidad, dije que no venía del ruedo de la política, que no nadaba en esas aguas, que me habían convocado para trabajar en lo mío. A lo demás, me tengo que acomodar”, aclara mientras intenta empezar a acomodarse a paso acelerado. “El tema es que a mí me gusta dar respuestas a la gente. Digo lo que pienso. Por ahí tendría que aprender a pensar sin decir tanto. No estoy acostumbrada a no decir nada, como hacen los políticos”,
¿Massa incluido?
No, a Massa le gusta solucionar los problemas de la gente, dar respuestas en forma inmediata. En ese sentido, tengo una forma parecida de trabajar a la suya. El atiende, responde vía mail. Cuando estaba en la Ansés trabajaba así.
También recibió varias críticas de tu parte.
Es cierto, lo critiqué en muchas cosas, como que tuviera a la gente cobrando en la calle, con sol y lluvia. Enseguida se puso a trabajar en los convenios para que eso se cambiara. También dije que la gente era estafada con descuentos que figuraban con números en las órdenes de pago. Massa me llamaba y me decía, “me estás criticando, quiero decirte que ya di la orden y el próximo recibo sale con las denominaciones”. Eso habla bien del funcionario. Yo lo llamaba y él me atendía. Y también lo vi muchas veces atender a la gente personalmente en la puerta de la Ansés, no entrar camuflado ni nada raro.
¿Con Diego Bossio la relación es diferente?
Nunca tuve el celular de Bossio. Mi contacto siempre fue con la gente de prensa, de quienes siempre tuve mucha respuesta en las cosas que me pudieron informar. Pero no es el mismo contacto que tenía con Massa, son estilos distintos.
En su campaña, Massa tiene un discurso que apunta a rescatar algunas cosas de la gestión kirchnerista y criticar otras. ¿Tu posición es similar?
En el tema de los jubilados mi posición es muy parecida. Quienes me han seguido, han escuchado que yo ponderé la estatización de las AFJP en 2008, me alegré. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que hizo este Gobierno, como la movilidad jubilatoria, o el hecho de que hayan incorporado a tantos jubilados al sistema con la moratoria. Lo que critico es la deuda interna que hay con el jubilado que trabajó toda la vida. Hay que hacer una recomposición.
Antes de aceptar el cargo, ¿le consultaste a Massa quiénes eran los demás integrantes de la lista?
La verdad que en ese momento no pregunté. Supuse que buscaría gente de trabajo, como él. Y eso veo, tengo excelentes referencias de (Darío) Giustozzi como intendente y de Adrián Pérez en todo lo que tiene que ver con transparencia y lucha contra la corrupción, por ejemplo. Cada uno va a trabajar en las cosas de las que sabe: Felipe Solá con el campo, (José Ignacio) de Mendiguren en el tema industrial, (Héctor) Daer, con los trabajadores. Es un buen equipo.
Cuando se anunció tu candidatura hubo quienes dijeron que el grupo Clarín le había colado un nombre en la lista a Massa.
La verdad es que yo soy una simple empleada, muy chiquita, no conozco a nadie del Grupo. Sólo conozco a mis jefes inmediatos del noticiero, jamás en mi vida tuve contacto con niveles gerenciales. Sé que lo van a seguir diciendo, y realmente me duele porque quiere decir que nadie valora mis 35 años de trabajo en temas previsionales.
¿Imaginás a Massa Presidente?
No sé realmente qué quiere hacer él. Son muchos los que quieren ese lugar, ¿no? Yo voy a acompañar hasta donde pueda, con mi línea, mi estilo. Quiero triunfar en mis objetivos, aunque sé que tampoco se trata de que uno gana y al día siguiente está todo resuelto. Yo voy a pelear los temas previsionales y sociales a sangre. Mi único temor es perder el afecto de la gente. A algunos les pido perdón si se sintieron defraudados, espero poder demostrarles que puedo seguir trabajando desde la política.
(*) Periodista/colaboradora de Letra P en la Ciudad de Buenos Aires.