Fue la primera asamblea de socios tras el histórico descenso del Rojo. El clima en Avellaneda está muy caldeado, y previo a la aparición del Presidente Javier Cantero, en las gradas del gimnasio de la Sede en Avenida Mitre muchos socios se manifestaban con cantitos alusivos al pésimo presente de una institución que supo ser un ejemplo mundial, no sólo en lo deportivo sino también en lo social.
Cuando Cantero ingresó al lugar y apoyó una carpeta en su pequeño escritorio, empezó a llover de todo, hasta que en pocos instantes después, casi como si hubiese estado orquestado y a la espera de una señal, entró corriendo desde el fondo un numeroso grupo de violentos, quienes sin dudarlo agarraron las sillas y las tiraron con fuerza contra todos los directivos del Club, que tuvieron que correr para no salir heridos. Lamentable.
Sólo tres policías custodiaban dentro del gimnasio. Por eso, minutos después, todo fue un caos. Pero lejos de reflexionar, hasta dirigentes opositores salieron por los medios a decir que había sido el mismísimo Cantero el que había provocado a la barra. Una vergüenza.
Florencia Arietto, ex Jefa de Seguridad del Club, habló en C5N, y conocedora como pocos de la realidad interna del Rojo, le puso nombre y apellido al responsable del papelón de este viernes en la Sede: Hugo Moyano. “Conozco a los barras que tiraron las sillas”, dijo, y además pidió por el Presidente: “no permitan un golpe de estado a Cantero”.
Aquello fue casi como una súplica de algo que debería ser inimaginable, pero que en el fútbol argentino parece pasar increíblemente inadvertido y ser totalmente impune, porque después de esto, no hay absolutamente ningún detenido, y ni el Aprevide, ni el ministro de Justicia y Seguridad provincial Ricardo Casal, ni su par de Nación Arturo Puricelli, ni el ministro del Interior Florencio Randazzo, ni el presidente de la AFA Julio Grondona, ni el gobernador Daniel Scioli y ni mucho menos la presidenta Cristina Fernández dijeron algo al respecto. Fútbol Para Todos.
Independiente ganó siete Copas Libertadores, dos Copas del Mundo y hoy está en la B claramente por este desastre incontrolable al que lo llevaron las sucesivas dirigencias, con innumerable cantidad de sucesos sospechados de corrupción, en complicidad con una desorganización que ya es natural en la AFA y un círculo vicioso de connivencia entre muchos factores de poder.
“No hay dudas de que fue Moyano. Conozco a los barras que tiraron las sillas. Ellos responden a la corporación sindical”, insistió Arietto. Además, aseguró que puede “decir quién es cada uno de los que atacó al Presidente”.
Cantero, por su parte, habló también con varios medios apenas pudo salir de aquel clima de violencia, y cuando muchos pensaban que su renuncia era inminente, aclaró que “voy a seguir ahora más que nunca”. “Lamento que no haya ido Hugo Moyano, me hubiera gustado tener un debate con él que había amenazado con ir toda la semana”, contestó, y cargó contra el operativo de seguridad: “la seguridad fue un desastre. Hay un movimiento destituyente. Pero para eso están los estatutos. Tenemos que cumplir nuestro mandato. Podemos cometer errores pero no les vamos a entregar el club a los violentos”.
Matías Moscoso
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