Antes de que se desatara la violencia, la mayoría chavista de la Asamblea votó a favor de quitarles el derecho de palabra a los diputados opositores, alegando una medida de reciprocidad por el desconocimiento opositor a la victoria de Nicolás Maduro en los comicios del 14 de abril.
Al menos 17 diputados opositores y unos cinco oficialistas resultaron heridos.
Venezuela entró en un ambiente de crispación luego de que la autoridad electoral proclamó oficialmente como triunfador de los comicios a Maduro, heredero designado del ex mandatario Hugo Chávez.
El candidato opositor Henrique Capriles está convencido de haber ganado la elección y dijo que Maduro es un mandatario “ilegítimo” y “espurio”.
En la sesión del martes, que comenzó con tres horas de retraso, el diputado Pedro Carreño, jefe de la bancada del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pidió que se extendiera el veto a los legisladores opositores, quienes respondieron desplegando una pancarta en la que se podía leer “golpe al parlamento”.
Maduro condenó la violencia en el Legislativo y acusó a sus adversarios de provocadores.
“Esto que sucedió hoy en la Asamblea Nacional, no estamos de acuerdo con la violencia, bueno, hubo una sampablera (pleito) ahí. Nos cuentan y sabíamos que la oposición venía a provocar violencia y hubo un cruce fuerte de manos, muy fuerte”, dijo Maduro en un mensaje transmitido en cadena de radio y televisión.
“Eso no puede repetirse. Conversamos personalmente con el compañero Diosdado Cabello y él va a tomar las medidas de autoridad y disciplina para que no se repitan hechos como ese porque nosotros tenemos que buscar la paz, la convivencia, el respeto a la constitución, a las leyes, a las ideas, la tolerancia, tolerancia infinita”, acotó.
Por su parte, Capriles anunció que en los primeros días de mayo espera presentar ante el Tribunal Supremo de Justicia, máxima instancia judicial venezolana, una solicitud de impugnación de los resultados de las elecciones. Sin embargo, admitió que tiene pocas esperanzas de lograr una decisión favorable en el Tribunal Supremo, cuyos miembros son señalados de simpatizar con el gobierno.
La oposición se niega a reconocer la victoria de Maduro, alegando que en los pasados comicios presidenciales se cometieron una serie de irregularidades.