“En mi gestión, antes de cerrar una paritaria, teníamos una articulación con la Nación. Este año no se pudo dar. Y por eso encaramos la reforma fiscal”, comenzó refiriéndose al conflicto docente, enmarcando toda esta situación de problemas económicos en el “problema estructural histórico” de la provincia de Buenos Aires.
En ese sentido, dijo que “la provincia de Buenos Aires tiene características distintas a todas. Tiene un problema estructural histórico. En ese marco, durante los últimos años, la Nación contribuía con un porcentaje importante de la masa salarial y a la vez con el desendeudamiento de la provincia. Ahora, la Nación dice que, en base a sus recursos, las provincias lleven adelante la agenda de gestión”.
También se refirió a los ataques que en más de una ocasión recibió no sólo por parte de la oposición provincial y nacional, sino también de los propios oficialistas. “Piensan que atacándome van a mermar mi energía y mi fortaleza anímica y espiritual. Hay ataques furibundos. Pero como buen cristiano que soy, y en estas Pascuas, pongo la otra mejilla. Igual, la gente entiende todo”. Y es más, contó que “mientras algunos me atacan, la gente me dice: “aguantá, Daniel, aguantá”. Se ha dado mucho en los últimos días. Es el símbolo de lo que me dicen. Saben la tarea titánica que tengo por delante”.
Así, fue más allá y analizó el panorama comparando el discurso y pensamiento de la Presidenta Cristina Fernández y de quienes la siguen ciegamente, defendiendo al proyecto nacional con fanatismo y muchas veces casi irracionalmente, sin medir el alcance de las palabras. “Veo una brecha importante entre lo que dicen los fundamentalistas, los fanáticos y lo que piensa la Presidenta, que habla de tolerancia”, dijo el ex motonauta, y agregó que “no sería la primera vez que la Presidenta desautoriza a alguno. Fíjense lo que pasó con el Papa. Salieron a criticarlo y luego tuvieron que dar vuelta el mensaje”.
Por último, Scioli negó ser “un delegado” de Cristina en la Provincia, y dejó en claro una vez más que “algunos me quieren provocar. Algunos juegan a eso”. “Yo goberné con mayoría y después no la tuve. ¿Cómo corno quieren que saque las leyes si no hablo con la oposición? Hablo para tener herramientas para luchar contra la inseguridad … Y les agradezco a De Narváez, a Stolbizer y a los radicales, que han sido críticos conmigo pero que también, cuando vieron un límite a la gobernabilidad, tuvieron una actitud responsable”, cerró.