En la imagen, aparece Joseph Ratzinger con los ojos pintados para informar sobre el evento organizado en la Universidad Estatal de Milán por una asociación de estudiantes.
En la imagen, aparece Joseph Ratzinger con los ojos pintados para informar sobre el evento organizado en la Universidad Estatal de Milán por una asociación de estudiantes.
El volante fue criticado desde las páginas del diario conservador Il Giornale, propiedad de la familia del ex primer ministro Silvio Berlusconi, que considera a la iniciativa una “blasfemia y una ofensa para toda la comunidad católica”.
Por su parte, el consejero de la agrupación de centroderecha Forza Italia en el ayuntamiento de Milán, Matteo Forte, en declaraciones recogidas por Corriere della Sera, opinó que se trata de “un menosprecio a la autoridad religiosa”.
Los organizadores del evento, afirmaron que “el verdadero problema no es la provocación sino la homofobia”.
Benedicto XVI mantenía una posición muy crítica de la homosexualidad. En un libro de conversaciones publicado en 2010, dijo que la homosexualidad era una “gran prueba que superar, así como otras personas deben soportar otras pruebas” y pese a que aclaraba que los homosexuales no deben ser discriminados, no por eso la homosexualidad “pasa a ser moralmente justa, sino que queda como algo que está contra la naturaleza de aquello que Dios ha querido originariamente”.