Filipinas: el paso del tifón Haiyan dejó cerca de 10 mil muertos
Uno de los tifones más potentes de la historia, Haiyan, devastó en Filipinas la ciudad de Tacloban, donde por lo menos murieron 10 mil personas. Las escenas de destrucción y caos son comparables sólo con las del tsunami de 2004.
Considerado como el peor desastre natural en la historia de Filipinas, con olas de seis metros y vientos huracanados de hasta 378 kilómetros por hora, Haiyan dejó también miles de desaparecidos y ya tocó tierra en Vietnam y China. Se teme que el saldo de muertes en Filipinas sea mayor, ya que el país quedó virtualmente incomunicado.
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De categoría 5, la máxima posible, el tifón destruyó aproximadamente el 80% de la zona central del país tras azotar el viernes la provincia de Leyte, antes de que el frente climático se debilitara en su camino hacia Vietnam.
La tormenta huracanada llegó a avanzar con vientos sostenidos de 313 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 378 kilómetros por hora.
Según testigos y autoridades locales, la fuerza del tifón arrancó viviendas de cuajo y arrasó barrios enteros en la capital de Leyte, Tacloban, una localidad costera de 220.000 personas, ubicada a unos 580 kilómetros al sudeste de Manila. El aeropuerto de la ciudad quedó totalmente destruido al paso del tifón.
Aunque el gobierno no confirmó la cifra de muertos, que inicialmente se había fijado en unas 1200 personas, las autoridades locales de Leyte señalaron que, según sus estimaciones, habían muerto más de 10.000 personas.
Pero la cifra podría aumentar, dado que hay zonas costeras incomunicadas y sin electricidad ni alimentos desde el viernes. Sólo en la isla de Samar, las autoridades confirmaron la muerte de 300 personas y otras 2000 se encuentran desaparecidas.
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, el tifón Haiyan afectó a 4,5 millones de personas en 36 provincias del país y dejó sin hogar a más de 600.000 personas.
Tanto Tacloban como las localidades cercanas situadas cerca de la costa quedaron inundadas, dejando escenas de cadáveres flotando y rutas salpicadas de escombros.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, dijo que su gobierno desplegó unos 300 soldados y policías para restablecer el orden en la zona. El mandatario no descartó aplicar el estado de emergencia en Tacloban para restaurar la seguridad.
La destrucción se extendió más allá de Tacloban. Las autoridades filipinas no pudieron establecer contacto con la ciudad de Guiuan, de 40.000 habitantes, que fue la primera en la que impactó el tifón. Otra localidad, Baco, de 35.000 habitantes y ubicada en la provincia de Mindoro Oriental, se encontraba al 80 por ciento por debajo del nivel del agua, según reportes de Naciones Unidas.
Tras arrasar la zona central de Filipinas, el tifón, debilitado a categoría 1 y con vientos de unos 110 kilómetros por hora, se dirigía a Vietnam, donde las autoridades evacuaron a más de 600.000 personas como medida de prevención. China, por su parte, elevó la alerta de naranja a roja, la de mayor gravedad, debido a la proximidad del tifón. Los tifones del Pacífico son el mismo fenómeno climático que los huracanes que se originan en el océano Atlántico.