Según pericias, Julio Benítez circulaba a una velocidad excesiva y, al parecer, habría extraído el disco rígido que contiene las imágenes tomadas en la cabina. Para el gremio de los ferroviarios “le plantaron el disco rígido dentro de la mochila”, donde lo halló la Justicia después del choque “para hacer ver al motorman como sospechoso ante la opinión pública”.
El delegado de la línea Sarmiento, Rubén Sobrero, apuntó vía Twitter que es “imposible” que haya hecho lo de la consola porque “está dentro de una caja protegida con llave y precinto, y se necesita un destornillador para sacar el disco rígido”.
El juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa, sostuvo que fueron hallados rastros de sangre tanto en la mochila del maquinista como en la consola que graba las imágenes y en la carcasa del disco rígido. Los peritos analizan si las muestras tomadas coinciden con la sangre Benítez, quien padeció un politraumatismo y una hemorragia por la rotura del tabique de su nariz.
El accidente ocurrió a las 7.25 del sábado en el andén 2 de la terminal de Once, cuando el Chapa 05 saltó de los rieles, pasó sobre el andén, chocó contra el techo de la estación y se detuvo a pocos metros de los molinetes.
Lijo ya podría acceder a las imágenes guardadas en ese disco para evaluar cómo fue la conducta de Benítez a lo largo del trayecto. Además, recibiría los resultados de análisis toxicológicos efectuados al motorman para descartar el consumo de drogas.
Según información oficial, antes de comenzar a trabajar, el maquinista había pasado la prueba de alcoholemia y jamás notificó inconvenientes en la formación antes del accidente, y la formación del Sarmiento había superado una revisión técnica el martes, así como el control previo a la salida del taller, el viernes.
Por su parte, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dijo que desde 900 metros antes de Once el convoy marchaba a una velocidad más alta de la media de la línea.