Fueron cinco meses en los que pasaron 55 testigos, se recolectó información; sus integrantes se deslizaron acusaciones entre sí mientas los ojos se iban posando en el accionar judicial, policial y político; por más que nunca haya asistido a la comisión por ejemplo el Ministro de Seguridad Ricardo Casal. Aunque algunos de los senadores se enarbolaron una y otra vez con qué citarían a Casal e “irían a fondo”.
Algunas cosas pasaron y otras se conocieron hoy. Con tres dictámenes diferentes la comisión se repartió las responsabilidades entre la policía, la justicia, el trabajo de los medios de comunicación, los médium y las zonas liberadas.
Una vez finalizada la sesión legislativa del día de la fecha, Mariotto invitó a los Senadores a quedarse para escuchar el resultado de la Comisión Candela; así lo hicieron la mayoría. Salvo los que ya preveían todo lo que se iba a venir. Entonces fue cuando Aníbal Asseff empezó con la lectura de su propio dictamen, que versó más sobre preguntas reflexivas del propio legislador de Unión Pro que certezas en sí.
Se fueron del recinto dos alfiles de La Juan Domingo; Cacho Alvarez y Osvaldo Goicoechea dieron el presente en la sesión pero después, mientras las palabras se las repartían entre Assef, la senadora de la Coalición Civica Isabel Gainza (que terminó su oratoria al borde de las lágrimas después de apuntar duramente contra la investigación que se hizo al momento de la desaparición de la niña), los dos legisladores sciolistas abandonaron sus bancas. Sabían que lo peor se estaba por venir.
En cambio fue otro Sciolista, el senador Alberto De Fazio, quien en soledad y ante desérticos aplausos que cayeron cuando el quilmeño deslizó que “El gobierno gana las elecciones con el voto de la gente y no con la especulación de un crimen” (así lo había marcado Gainza minutos antes) “bancó la parada”.
Tanto Gainza como el senador del Gen Omar Foglia acompañaron el informe de la mayoría. Pero claro, ellos son opositores y, que acompañen en silencio una directiva del oficialismo, deja un sensación extraña en la arena política. Por eso hicieron uso de la palabra, porque las formalidades partidarias así lo requieren para este tipo de circunstancias
Pero como si se tratara de un banquete; un espectáculo especial o vaya a saber qué fue a Jorge Ruesga, presidente de la comisión, a quién le pusieron un micrófono frente al vicegobernador y de cara a éste empezó a desglosar un resumen del dictamen mayoritario que pide como -ya se sabe- la exoneración de la cúpula policial; aunque nunca se haya nombrado a Casal. Antes de esto De Fazio pidió la palabra y Mariotto tajante como lo había sido durante la sesión con Cristina Fioramonti, no dejó que el Sciolista interrumpa. “No va a haber interrupciones” dijo el vicegobernador.
Un dato llamativo fue cuando luego de exponer el resumen, la Comisión en la voz de Ruesga recomendó al ejecutivo. Precisamente en ese instante se apagó el aire acondicionado de la sala, el sonido de un motor que ya había acostumbrado los oídos de los presentes desapareció; fue un silencio especial, dos, tres, cuatro segundos. Ruesga tomó un vaso de agua miró a Mariotto, tocó el micrófono que le habían puesto; lo probó, dijo ‘hola-hola’.
Todo estaba listo para que Jorge Ruesga le explique al vicegobernador que “Yo me limitaré a expresar ante usted los principales puntos del informe que elevamos”. Una hora después una de las alas del poder legislativo le había recomendado al poder ejecutivo que exonere a toda la cúpula policial. Entonces, el silencio anteriormente descripto, se esfumó en un aplauso cerrado.
Facundo Cottet