Sin nombrarlo, el gobernador pareció compararse con su colega de la provincia de Buenos Aires y ex motonauta, Daniel Scioli, al afirmar su condición de “político” que militó en el peronismo, frente a aquellos “que vienen del deporte y que a veces deben hacer cosas en las que no creen” debido a las limitaciones políticas y presupuestarias que tienen en sus distritos.
“El hecho de que me reúna con (el jefe de Gobierno porteño, Mauricio) Macri o con (Daniel) Scioli es una manifestación del pluralismo que debe haber en toda democracia”, remarcó el mandatario cordobés en declaraciones radiales.
Ante las críticas recibidas tras esos encuentros, De la Sota alertó sobre “la perversa idea de ir creando una Argentina bipolar, donde los que no están de acuerdo se callan la boca o lo califican como traidor a la patria o candidato de Clarín”, y advirtió que “un país no se construye con soldados obsecuentes a los que se los mandan para pelear contra aquellos que piensan distinto”.
“Ser dialoguista no es ser conspirador, es tratar de aportarle al país ideas mejores y me gustaría muchísimo poder decirle a la señora Presidenta todas estas cosas”, insistió el cordobés.
El mandatario consideró que “dialogar no es bien visto” y criticó a quienes “mandan soldaditos para decir cosas” contra los dirigentes que plantean diferencias: “Solamente los necios y los tontos creen que saben de más, las peleas de los políticos no resuelven los problemas de la gente, los agravan”, finalizó.