Es que el intendente de Tigre, Sergio Massa, marcó nuevamente la cancha, y esta vez casi sin quererlo. Previo a que comience el debate en el Senado, el vicegobernador Gabriel Mariotto lo recibió y se sacó varias fotos que los mostraban a los dos sonrientes y felices. Una vez terminado, fue el más ovacionado por los presentes y al que los periodistas fueron a buscar para tomar alguna declaración.
Mariotto -ágil de reflejos-, lo sentó a su lado, y del otro costado sentó al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Esta escena provocó la reacción inmediata del líder de La Juan Domingo, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, quien apenas hizo su ingreso al recinto y se encontró con ese cuadro, dio media vuelta y se fue.
Este lugar de privilegio de Massa, en primera fila pegado al vicegobernador, fue otro signo claro que ilustra el buen feeling que el ex jefe de Gabinete de Cristina tiene con varios. Y más cuando a la noche cenó con integrantes de la agrupación sciolista liderada por el ex jefe comunal de Avellaneda, en donde también estuvieron Goicochea y De Fazio, entre otros.
Esto no es novedad, y sirve otra vez de ejemplo para ver que Massa es cada vez más “Massa para todos”. Aquellas escenas -primero en el Senado y luego en la cena- demuestran su cintura para manejar las situaciones que se le presentan, protagonizadas por distintos dirigentes que hasta están enfrentados entre sí. No se pelea con nadie, y muy por el contrario, se lleva muy bien y se codea con todos, pone calma, y en definitiva, todos lo terminan yendo a buscar.