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El ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov insistió con que el país está “lindando con el estancamiento” y criticó al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, al atribuir gran parte del estado de la economía a “la mala política energética que hace que se importe este año unos 14 mil millones de dólares por combustible”.
Además, cuestionó al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, por haber dicho que la disparada del precio del dólar paralelo “es una cuestión marginal que no tiene ningún impacto directo en las variables macroeconómicas”, al achacarle “mala praxis” al funcionario kirchnerista y alertar que ya “muchos marcan precios en función” del mercado cambiario no oficial.
Remes Lenicov, asimismo, criticó al secretario de Economía, Axel Kicillof, por su defensa de las nuevas tomas de fondos de la ANSES por parte de la administración central, ahora para financiar el déficit de la de Daniel Scioli y viviendas del plan PROCREAR.
El ex jefe del Palacio de Hacienda argumentó que esos recursos “son de los jubilados” y deben ser usados primero para “resolver los juicios” por fallos sobre reajustes de pagos de haberes.
“Si se sigue con esta política, vamos a seguir en una economía lindando con el estancamiento”, insistió Remes Lenicov al criticar el manejo general sobre el asunto por parte del gobierno de Cristina Fernández. El ex funcionario, al afinar su cuestionamiento apuntó al área de De Vido y fustigó: “Para este año, se estima que la cuenta corriente va a estar equilibrada o levemente negativa producto también de la mala política energética que hace que, este año, importemos unos 14 mil millones de dólares por combustible”.
Respecto de Lorenzino, habló de “mala praxis” y agregó que “no se puede manejar controles como se están haciendo porque, históricamente, en Argentina, derivaron en un mercado marginal”.
Raíz estructural
Por su parte, el ex ministro de Economía bonaerense Jorge Sarghini advirtió que “el origen de la crisis financiera” de la provincia de Buenos Aires “tiene raíz estructural” y señaló que desde el inicio de la convertibilidad “las provincias han perdido más del 30 por ciento de coparticipación de los recursos tributarios federales”.
“El origen de la crisis financiera bonaerense tiene raíz estructural y es consecuencia del creciente deterioro del sistema federal argentino que viene perjudicando de manera sistemática al conjunto de las provincias y, por algunas características particulares, con más fuerza a la de Buenos Aires”, advirtió.
El ex presidente del Banco Provincia, subrayó que “Desde el inicio de la convertibilidad hasta hoy, las provincias en su conjunto, además de tomar a su cargo los servicios transferidos por la Nación, han perdido más del 30% de coparticipación de los recursos tributarios federales”.
En una nota de opinión publicada por un matutino porteño, Sarghini subrayó que “las medidas que produjeron esta formidable transferencia de ingresos a lo largo de las últimas dos décadas fueron aplicadas por distintos gobiernos y en contextos económicos diferentes, pero con la misma lógica centralista”.
“En los 90, el principal hecho con consecuencias fiscales negativas para las provincias fue la privatización parcial del sistema previsional”, consideró.
Pero señaló que “a esto deben sumarse las consecuencias negativas de las medidas instrumentadas en los numerosos pactos fiscales que asignaron fondos provinciales para financiar gastos específicos del nivel nacional”.
“En la década siguiente, el proceso de pérdida relativa de las provincias continuó con el aumento de impuestos de muy baja o nula coparticipación y con la reestatización del régimen de jubilaciones, que permitió a la Nación recuperar la recaudación que había resignado pero sin devolver nada a las provincias”, añadió.
Además, advirtió que “la inmensa mayoría de las provincias, independientemente de la eficiencia con que manejen sus recursos, no están en condiciones de satisfacer de manera autónoma las demandas de la sociedad en materia de educación, seguridad, salud, justicia e infraestructura”.
“La crisis se dispara ahora porque comienzan a aparecer las consecuencias de un profundo deterioro fiscal generalizado que elevó el déficit de manera significativa y porque se agotaron los instrumentos alternativos de financiamiento”, consideró.