En el Día del Periodista, las diversas voces reflexionan sobre la fecha que conmemora la fundación en 1810 de la “Gazeta de Buenos Ayres” por Mariano Moreno.
Digamos que este es un oficio en el que te critican si hacés mal tu trabajo y te insultan si lo hacés mejor y que solo te da respiro en dos circunstancias: cuando tu trabajo es mediocre o poco interesante, y cuando se celebra el día del periodista.
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Hace ya más de una década un profesor explicó que todos somos subjetivos por la sola razón de ser sujetos y no objetos, “los únicos objetivos son los objetos es decir las cosas”, afirmó aquel docente y me quedo como una marca a fuego.
Lo peligroso de aquellos que se dicen ecuánimes o equilibrados, es que no sabemos cómo piensan, como opinan, no hacen ni bien ni mal, nos informan que llueve cuando para saber eso solamente basta con abrir una ventana. Lo peligroso es que distraen, que son funcionales. También están los carroñeros, los extorsionadores, los sin patria ni bandera. Son esos que escudados en decir hacer periodismo son señoras de peluquería chismoteando, hablan de la vida privada, juzgan desde lo estético y no desde lo ético, se quedan con la foto y no te cuentan la película. Estos también distraen, pero además son despreciables. Finalmente están los subjetivos. Los periodistas, los que opinamos, nos peleamos, molestamos, elegimos que publicar y que no, somos más nobles y leales y guardamos más de un secreto, que nos permite decir nuestra verdad. No distraemos molestamos, no somos funcionales. Simplemente intentamos dar testimonio, que no es poco.
Juan Manuel Foutel @Juan_Foutel Docente de la Facultad de Periodismo y comunicación Social de la UNLP Director Periodístico de Prensa Bonaerense
Mi actitud cosmopolita me inclina a pensar en el día del periodista el 8 de septiembre pero el empuje, valor y, por qué no decirlo, las necesidades –con sus connotaciones inmateriales y materiales– que llevaron a los periodistas argentinos a reunirse en uno de los pocos reductos democráticos que tenía, por entonces, la República, también me predispone a cavilar, el 7 de junio, sobre nuestra profesión. E incluso justifico totalmente la idea de reivindicar a la figura de un periodista militante como lo fue ese hombre que partió de Buenos Aires para ser cura y volvió de Chuquisaca con una joven de 14 años a hacer la revolución. Ambos, los periodistas reunidos en la provincia mediterránea y el joven abogado protagonizaron patriadas, no cuartelazos, como muy bien distinguió un escritor porteño. Hoy, más que una patriada, el periodismo militante, se parece más a un cuartelazo, independientemente de la evaluación que podemos hacer del gobernó nacional y provincial. Es uno pensamiento obtuso, y hay una generalización que puede ofender a algún noble caballero y amigo, pido disculpa por ello por anticipado, pero es mi pensamiento por estas horas…luego de algunos discurso sobre la cuestión.
Eleodoro Dof Semanario Parlamentario
Se desintegró el antiguo concepto del periodismo impoluto y estamos, recién, tratando de entender las pistas de lo que viene. Puros ensayos, adaptaciones. La incertidumbre, la falta de parámetros, es en cualquier oficio, un mal momento.
Pablo Ibáñez @Pablo_Ibanez_ Ámbito Financiero
Ser de la “corpo” o del oficialismo son prácticamente los dos caminos que tiene hoy un periodista. La polarización fue provocada en gran parte por el Gobierno, que en casi todos los discursos oficiales cuestiona, y muchas veces con nombre y apellido, a aquellos que investigan a funcionarios o critican políticas oficiales. Es un mal momento para ejercer este oficio. Pero no por eso hay que ubicarse de un lado o del otro o abandonarlo. Hay periodistas que hacen oposición. Otros que hacen propaganda. Ninguna de las dos alternativas son buenas. Hay otros que hacen periodismo. El periodismo tiene que ser, sí o sí, crítico. Para apoyar al Gobierno existen los millones de publicidad estatal y las oficinas de prensa. Pero la crítica al Gobierno sin argumento o con segundas intenciones hace mucho daño al periodismo. Tanto o más daño que el que hace el Gobierno cuando desde un atril señala con el dedo a los que no forman parte de su esquema.
Mariano Confalonieri @marianoconfa Perfil
Este nuevo día del periodista tenemos que estar más juntos que nunca, no sólo para seguir defendiendo nuestra profesión como tal, sino para jerarquizarla y llevarla al lugar que debe estar. Este año nos encontró con una paritaria que se extendió demasiado tiempo, y no tuvo los frutos que se esperaban. Más que pelearnos entre nosotros, tenemos que apostar por dar una fuerte lucha por el trabajo en blanco y embarcarnos sin miedos contra las empresas, que en algunos casos, se abusan de la buena voluntad de muchas y muchos colegas que necesitan trabajar. Les deseo a todas y todas que tengan un muy feliz día.
Federico Vulcano @federicovulcano La Rosca Política
Hoy es el día del periodista y estoy totalmente confundida en relación a lo que siento. Una profesión que amo (que respiro), pero que tiene a la mayoría de mis amigos viviendo en malas condiciones laborales. Se me hace un nudo en la garganta, debe ser porque los extraño (a mis amigos), porque más allá de nuestros monumentos (los Walsh, los García Márquez), entiendo que el periodismo se hace, como mínimo, de a dos.
Natalia Barrio – Nodo Atlántico del Polo Audiovisual Norpatagónico, Viedma, Río Negro
Felíz día del periodista, dicen hasta los que dificultan nuestra tarea, los que echan o maltratan a periodistas, los que persiguen a periodistas, incluso a sus propios periodistas. ¿Dónde está la amenaza del silencio? ¿Desde donde acechan los censores? De eso no podemos, aún, dar cuenta. Ciertamente no se esconden en el Estado, vilipendiado tantas veces, hipervigilado, además, y maniatado, y bobo. Tan cierto como que oscuras líneas, tendidas durante la noche más larga, los conectan con sus despachos. Nuestros representantes, por otra parte, nos invitan –nos conminan– a “informar objetivamente”, a “actuar con compromiso”, a “fortalecer a la democracia”; desde el lugar que ocupamos, no podemos asegurar que estén verdaderamente dispuestos a ello. Hay quienes designan a ciertas efemérides como ocasiones propicias para la reflexión. Un día por año. Menos del 0,3%, para aquellos que cultivan afición por los guarismos y los datos duros. Que no sea en vano invocar hoy a Rodolfo Walsh y a su espíritu valiente. Hagámonos la pregunta, encontremos esa respuesta, démosla a conocer. Y que sean “felices tiempos en que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente”.
Eduardo Médici @Duardez Infocielo
Una de las cosas que más recuerdo, debido al impacto que causó en mi, cuando entre en la Facultad de Periodismo de La Plata , fueron las palabras de un docente, “la objetividad no existe”. ¡Imposible, se equivocó, qué me está diciendo!, eso pensé, pero luego de escuchar su explicación y de cinco años de cursar la carrera, esa frase tomó sentido. No es una frase que sea buena o mala, es una realidad. A los periodistas se nos exige objetividad, pero en realidad los trabajadores de prensa debemos respetar la veracidad de los hechos. La noticia es una construcción, un relato, pero ese relato debe respetar los hechos sucedidos. Debemos informar, contar, dar a conocer, rol fundamental, pero también al hacerlo emitimos opinión (derecho, no sólo de los periodistas, sino de todos los ciudadanos). Hoy hay mucha discusión y debate acerca del rol de los periodistas, cuánto más sano sería que esas opiniones se emitan desde la sinceridad, aclarando las posturas y visones. Los periodistas NO somos seres impolutos e inmaculados sin ideología. Últimamente se han descubierto algunas posturas de colegas que han construido una carrera bajo la farsa de la objetividad, algunas las conocíamos, otras nos sorprendieron. Yo sigo creyendo en tod@s los trabajadores de prensa que mantienen sus convicciones, que nos las venden ni las dejan en la puerta de la empresa a la que representan, en nombre del periodismo independiente. Los periodistas no somos los representantes del pueblo, en todo caso podemos llegar a ser referentes, hablar en nombre de la gente es otorgarse soberbiamente un rol que no nos corresponde. La prensa desde sus comienzos ha ayudado a que el engranaje de las sociedades democráticas no se oxide, pero no debemos creer que eso nos permita adquirir representación política. Y si esa fuera la motivación de algunas empresas mediáticas, o periodistas, lo más conveniente es que se presenten a elecciones.
Noella Durante Radio FM Nacional Rock
364 días al año los periodistas nos creemos más importantes que Dios. Pero el 7 de junio somos definitivamente insoportables. En el Día del Periodista, emerge a la superficie -como que no podemos reprimir- lo peor de nosotros. Con nuestras vanidades cebadas, saturamos páginas y programaciones hablando de nosotros mismos y salimos en gira frenética por cuanto agasajo haya atorándonos con sanguchitos de miga y canapés varios -los que no nos entran, nos los llevamos en los bolsillos- y arrancándonos los ojos para churrasquear una puta lapicera aunque diga Mércurti 99, un librito aunque sea “Basta de miedos” de la Canosa o un CD aunque sea un balance de gestión del compañero Cuartango. Y nos apiñamos cerca del gobernante al que solemos defenestrar desde nuestra superioridad intelectual: nos gusta intimar con el poder; somos buenos para susurrar al oído el recordatorio de aquella pauta prometida. El debate instalado en estos años por el poder político acerca de la prensa, tiene doble impacto: es inmensamente saludable para el conjunto de la sociedad, porque aumenta notablemente su capacidad de discernimiento frente a lo que lee, ve y escucha, pero es letal para nosotros, porque revela dramáticamente las impurezas de los medios, de las cuales no podemos desmarcarnos alegremente. Encima, muchas veces, las adoptamos y las replicamos bajo las sábanas de un romanticismo que no podemos dejar de declamar y sobreactuar porque los periodistas tenemos un grave problema: no sabemos hacer otra cosa.
Juan Rezzano @juanrezzano Periodista
En algunas de las tantas genialidades que dijo Gabriel García Márquez alguna vez, definió al periodismo como una profesión para la que “nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a morir por eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, y no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca al minuto siguiente”. Tal vez la frase demuestre, en forma lírica, una vocación contradictoria en sí misma desde que el primer minuto en que uno la ejerce. Los intereses, el oficialismo, la oposición, las empresas y los jefes, son algunos de los condicionantes con lo que se lidia día a día en una batalla cultural por publicar una de las tantas verdades que existen. El periodismo es una carrera que no tiene descanso y que no descansa nunca. Una profesión que necesita de constancia, pasión, coherencia, ética y una pizca de locura para ejercerla al máximo, disfrutarla a pleno y llevarla como filosofía de vida. En fin, una vocación que no tiene retorno sino un largo y complejo camino por transitar.
Belén Bartoli @mbbartoli Diagonales
Siempre da gusto recibir saludos y algunos reconocimientos como nos pasa en este día. Particularmente disfruto cada 7 de junio porque me da mucha felicidad ejercer esta profesión y vivir de ella. Más allá que hacer prensa institucional fue, es y supongo que seguirá siendo, la actividad que más tiempo me ocupa, la aparición de ANInoticias como medio de comunicación me permitió completarme profesionalmente. En estos ocho años hemos podido comunicar con aciertos y errores lo que fue ocurriendo en la provincia de Buenos Aires, con la presencia de todos los actores sin distinción de banderas políticas. Hoy día han pululado los medios de información con la siempre bienvenida renovación de trabajadores. Aunque también vale decir que, más allá del respeto que me merece cada una de las formas de hacer periodismo, lamento tengamos que desechar la lectura y la visión de algunos (pocos por suerte) medios que distorsionan la realidad y nos confunden a todos. Obvio que vale la opinión, desde el lado que venga, pero no la mentira.
Marcelo Cametho @MarceloCametho ANInoticias
A propósito del debate de los últimos tiempos y de la liviandad de palabras, creo: todo periodismo es militante o es una farsa, porque si desde nuestra subjetividad no hay una idea de construcción, no hay proyecto, no un ideal transformador, no hay nada más que repetición de discursos armados. De ahí la responsabilidad y el compromiso enorme que requiere nuestro trabajo. Poco me importa los que eligen bailar al ritmo de los monopolios o son funcionales al poder político porque sí, esos son mercenarios. Por eso, seamos cuidadosos al hablar de persecución, al menos mis maestros vienen de una época donde la palabra era tan importante que les costó la vida. El periodismo es una decisión, un oficio, una confesión íntima. Feliz día a aquellos que creen en sus palabras.
Cecilia Rayen Guerrero Dewey Periodista
El rol de importancia con el que la sociedad ve al periodismo, ¿es producto del esfuerzo de quienes hacemos esta profesión o de las debilidades, errores u omisiones de quienes tienen otras obligaciones como por ejemplo gobernar, legislar y/o hacer cumplir las leyes? El hecho de que la prensa termine siendo para la sociedad, más influyente que un abogado o un testigo ante un tribunal; o que la opinión de un periodista sea más tenida en cuenta que la de un político, no terminan de dilucidar esta duda… ¿Somos realmente los periodistas quienes hemos logrado con esfuerzo, dedicación y apego, ser más creíbles e influyentes que los otros poderes del Estado, o simplemente la debilidad y errores de los otros nos colocaron en este lugar tan privilegiado y al cual lamentablemente muchas veces no le hacemos honores?
Martín Musciatti @MartinMusciatti InfoPlatense
Hoy se festeja el día del periodista, hoy a todos los periodistas se nos infla el pecho y la panza. Porque claro, llegan los regalos de los que son amigos, de los que no lo son, de los que dejan sobres y los que piden pauta. Hoy hay facturas, hay libros, agendas, hay desayunos, brindis y ágapes. Hoy 7 de junio es el día del periodista, una profesión que -por suerte- ya no está más en ese lugar inmaculado que tenía años atrás, que está lejos de Rodolfo Walsh, muy lejos; pero que verdaderamente todavía apasiona a quienes lo ejercen genuinamente y que lejos de todo lo anteriormente redactado intenta desde su lugar cambiar las cosas, transformar, incomodar al poder. Feliz día.
Facundo Cottet @facundocottet Letra P – FM Cielo – DDL Deportivo
La versión romántica del periodismo está felizmente en camino a su extinción. Hoy, ni siquiera en las universidades en las que se dicta la carrera, los estudiantes proclaman la objetividad periodística, ni creen en la neutralidad, ni en la independencia, antes tan ansiada por quienes en algún momento soñamos con convertirnos en los Lanatas del futuro. Celebro que la realidad de que todos trabajamos para empresas, que detrás de esas empresas hay empresarios y que todos los dueños de los medios tienen intereses, haya quedado tan expuesta en los últimos tiempos. Eso no quita que no podamos hacer nuestro trabajo con igual responsabilidad, que haya que abandonar la ética ni los principios. Que a la noche no podamos dormir tranquilos. Siempre habrá lugar para decir lo que pensamos, para colar nuestra mirada. Habiendo desacralizado nuestro oficio, ahora resta disfrutarlo. Ser periodista es pura ganancia, es tener acceso a rincones antes inaccesibles, a personas que parecían lejanas, a verdades ocultas, a realidades desconocidas, a lugares impensados. Poder contar lo que vemos, aportar algo para hacer de éste un lugar mejor. Es trabajar sin trabajar. Nada que no haya dicho ya Gabriel García Márquez: es el mejor oficio del mundo.
Gabriela Pepe @gabyspepe El Guardián
La división, el binomio al que parece hay que acceder y pertenecer, deja visible la falta de tolerancia no sólo del periodismo, sino de la sociedad en su conjunto. Habría que repasar ciertos conceptos, dejar de repetir partituras que colocan o de un lado o del otro. Por qué tener que optar por un “bando”, quién lo dice y qué otro propósito busca que no sea aumentar la brecha entre “ellos” y “nosotros”. Se trata de comunicar, no sin dejar de ser crítico y existir acorde a una postura que siempre se tiene. Pero comunicar como parte de un todo que muestra una realidad desde los ángulos que existen y no desde el recorte que juega a favor. A veces, comunicar, es un término que queda grande y los periodistas nos achicamos ante tamaña acción.
Germán Krüger @germankruger Letra P
Para entender qué pienso del periodismo hoy me tengo que remitir a cuando empecé. Cuando cambié de carrera después de comenzar Ciencia Política, era una época signada por la muerte horrible del reportero gráfico José Luis Cabezas. Cada día del periodista recuerdo ese verano de 1997, la tapa negra de Noticias, y eso me ayuda a rememorar en qué pensé cuando decidí que comunicar iba a ser mi tarea. Pensé que contar lo que sucede y lo que pienso de ello es lo mejor que me podía pasar en la vida. Hice periodismo en radio, en gráfica, en internet. Aprendí mucho de los colegas. Aprendí que no quiero que la profesión me aliene de la realidad que viven las personas todos los días. En los últimos años aprendí también que libertad es poder decir lo que uno piensa, aunque no sea fácil de ejercer. Aprendí que esa libertad no puede ser ejercida con plenitud cuando las empresas, el Estado u otros grupos de presión, hacen valer con dureza sus puntos de vista. Aprendí que el Día del Periodista también tiene que ser vivido como una reivindicación de los derechos que los periodistas tenemos como trabajadores, reconocidos durante el primer período del peronismo en el Estatuto del Periodista, Ley 12.908, que está vigente y que muchos empresarios de medios se niegan a cumplir. El periodismo es un trabajo digno y todos los que lo ejercen deberían poder gozar de todos los derechos laborales que les asisten por ley hace más de 60 años. Aprendí que hay que reclamar, que hay que exigir, a las empresas, al Estado y a los sindicatos, que cumplan con lo que la ley les manda. Creo que no cumplir con el Estatuto del periodista también es violencia. Celebro todos los debates sobre la profesión y celebro la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Pienso que no basta y que hay que ir por más. Feliz Día del Periodista.
Diego Ursini @diegourko La Rosca Política
Hoy se celebra el Día del Periodista. Y todos los que ejercemos esta labor, vivimos este día como en una celebración, un día festivo para cada uno de nosotros. Es una tarea apasionante y dura a la vez. Para un periodista no existen los días, ni los horarios. Es más la pasión de tener una primicia, de obtener todas las voces de determinados acontecimientos, de hacer una nota de interés para la comunidad y para los lectores (en el caso de un diario), de obtener las mejores imágenes y entrevistas (en el caso de la tele) y de tener la palabra autorizada (en el caso de la radio) que cualquier otra meta. La satisfacción de haber realizado una buena labor dura un suspiro… Al otro día, el esquema del entusiasmo y la adrenalina de ir por más se repite. Y así transcurren los días, los meses y los años, y ese frenesí se sigue manteniendo intacto. Un día no es igual al otro día. Muchos de los que podemos vivir haciendo este trabajo, nos mantenemos jóvenes en sentimiento y en pensamiento intentando que nuestras alegrías y tristezas no se vean reflejadas en nuestras acciones y, muchas veces, acelerando y desacelerando nuestras inquietudes para que el mundo no gire más rápido que nosotros. Feliz día a todos aquellos que ejercen esta tarea con la pasión, sentimiento y disfrute que no arrían la bandera ante las dificultades y que honran la profesión mostrando y demostrando la verdad.
Lic. Gabriela Vidal @magavidal
En este, y en todos los días desde que elegí esta profesión, confirmo que ser periodista es estar afectado por una adicción sin cura. Atrapante y atrapador el ejercicio del periodismo nos lleva a diario a descubrir y redescubrir, buscar y seguir buscando, sentir que has llegado y al rato enterarte que sólo sabés que no tenés nada más que una ínfima parte del todo. Y así debe ser, porque al otro día hay que empezar de nuevo a descubrir y redescubrir, buscar y seguir buscando. Amo esta profesión, amo esta enfermedad, la volvería a elegir y volvería a ser adicto a ella.
Hernán Sánchez @hernansanchez03 La Tecla
La misión de los periodistas es preguntar, averiguar y contar. Lamentablemente, cada vez más, muchos de nosotros queremos dar las respuestas. A veces creo que nos estamos enfermando gravemente de importancia. Pero también somos enormes trabajadores y creo que estamos siendo juzgados, como colectivo, injustamente.
Marisa Álvarez @Marualva2010 El Día
Feliz día a todos aquellos que se emocionan con la primicia. Feliz día a todos aquellos que se emocionan cada vez que van caminando y ven en una pintada o en un pozo, una noticia. Feliz día a todos los que no se fijan a quien benefician o a quien perjudican al momento de informar, siendo fiel a sus principios e ideas, fiel a sus amores y a sus pasiones. Que no me jodan ni con el periodismo militante, ni con el periodismo opositor. Todos hacemos periodismo parcial y apasionado; esa pasión con la que vivimos este oficio profesión o laburo. Y que se caguen los que por dos mangos terminan de alcahuete de algún poder de turno, sea económico o político. Feliz día del periodista.