Política

Impresiones viaje I: Madrid

Por Ignacio Pereyra tw @nachouss

“En España se privatizaron los bancos con todo adentro, luego hicieron lo que quisieron con el dinero, ahora se empiezan a pagar las consecuencias y por eso se tiene que volver a intervenir y hacer este famoso rescate”.

 

Así podía seguir la conversación, condimentada con sal por los 40 grados centígrados que tocan las cabezas en Madrid. El relato parecía estar cargado de metafísica abordando a “seres desconocidos por la mayoría” que quieren decidir el futuro de todos, sombras que no padecen ni el calor ni el frio y que nunca se estremecieron mirando al Guernica.

 

Madrid habla en los balcones, en las esquinas y en los mercados que alguna vez lo fueron “y nosotros seguimos”, continuó mi interlocutor.

 

Hoy la ciudad tuvo, al menos, tres manifestaciones: dos relacionadas con el reclamo de trabajadores que luchan contra los despidos compulsivos en las empresas Prisa y Telefónica. Esta última podría dejar en la calle a unos 700 trabajadores.

 

“Telefónica apadrina y Ezentis asesina” es el lema de la movilización que se levanta frente al edificio central de la multinacional, ubicado en gran vía, y que cuenta con una fogata hecha con teléfonos.

 

La tercera protesta del día es porque las autoridades del ayuntamiento van a recibir a un tal “Mr Adelson” quien, según los manifestantes, “transformara la zona en un eurovegas”.

 

Adelson, tendría todos los privilegios para instalar salas de juego en la región, desde los impositivos hasta el de un permiso especial para que los apostadores puedan fumar en lugares cerrados pese a que eso está prohibido en toda España.

 

Parece una casualidad tras otra aunque restaría destacar que en una de las mayores crisis del país, incremento el número de banderas rojas y amarillas que cuelgan de todos lados y en los resúmenes de noticias ocupan sus espacios con otra cosa, parece casualidad pero el futbol lo puede todo.

 

Madrid también grita, con la generación que no conoció a Franco pero la que si vivió el silencio que dejo.

 

“Muchos se reinventan, arquitectos, diseñadores, artesanos” dice Olivia Czetwerkynsky, directora de prensa de Utopicus.

 

El lugar donde lo afirma es en una ex textil “que se mudo a China” y que hoy alberga, en 600 metros cuadrados, a más de 150 personas que llegan ahí buscando un espacio laboral creativo y coactivo.

 

Madrid no es Bs As de 2001, ni hoy está cerca de serlo, Madrid es un lugar que empieza a tener la voz semejante a la que estamos acostumbrados a oír nosotros y tal vez por eso nos resulte familiar.

 

Reinventar siempre es una linda palabra.

 

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