Con más de 50 mil habitantes, la localidad portuaria celebra un nuevo año con diversas actividades y su jefe comunal destaca el esfuerzo de la comunidad desde su fundación. “Los ensenadenses hemos logrado cosas muy fuertes que realmente nos reconfortan el alma y toda esta cantidad de cosas que uno va haciendo. Creo que empieza a demostrar que es una ciudad que se seca las lágrimas y empieza a construir, y eso significa crecimiento, más educación, más obras públicas”, asegura Secco.
“Hemos batido todos los records en la historia de Ensenada, hay mucho por festejar y estamos viviendo un aniversario en el que la gente se vuelca masivamente a todo lo que estamos haciendo”, remarca en intendente en cuanto a la extensión de la celebración este año que se realizará durante todo el mes de mayo.
Para Secco, la ciudad está arraigada en el trabajo colectivo y el esfuerzo de todos sus habitantes. El recuerdo de su infancia tiene que ver con eso, con gente emprendedora con el río como escenario. “Uno siempre se fue formando y se fue criando en una ciudad que ya tiene esa idiosincrasia que es de mucha industria y de mucho movimiento obrero, de muchos trabajadores, de emprendedores. Es una ciudad ribereña que realmente combina la industria con un río que tiene prácticamente 14 kilómetros de costa y eso también la hace diferente. Y esas cosas cuando sos chico te permite dos cosas: primero que tenés un río para jugar, para divertirte que siempre le tenés que tener respeto para poder estar allí y que sea parte de nuestras vidas, porque pasamos gran parte de nuestras vidas admirando ya de grande esas aguas. Por otro lado, ver esas masas de trabajadores que uno al crecer pasa a formar parte de la misma”.
Además, Ensenada es una localidad politizada y para el jefe comunal “eso es muy bueno”. “Desde que se rompió con el ‘sálvese quien pueda’, ‘no te metas’, ‘no te importa’, la gente comenzó a participar ideológicamente, partidariamente, sea con quien sea, que se permita romper con los hielos, y la gente no dice más ‘son todos chorros, todos delincuentes’ y quiere ser parte. Me parece que es un cambio muy profundo en esta sociedad y está bárbaro”, sostiene.
Secco dice no tener cuentas pendientes para con la comuna y su próximos objetivos son finalizar las obras que ya se comenzaron. “Le propusimos a los ciudadanos inaugurar como mínimo una obra por mes hasta fin de año. Por ejemplo, se pretende terminar con el Polideportivo, canchas nuevas, una unidad sanitaria, el edificio para los bomberos voluntarios. Estamos terminando un Hospital que tiramos abajo y construimos de cero; además, el relleno del cementerio municipal en el que invertimos 7 millones de pesos. Tenemos obras bastante avanzadas”.
En el cumpleaños número 211, Ensenada recibió a 200 colectividades para comenzar con su feria el jueves pasado, jornada que “fue positiva” y se extenderá hasta el domingo.
Los platos más fuertes para el último día del fin de semana, se van a suceder en “escenarios más chicos donde van a haber artistas brasileros, mexicanos, holandeses, de las provincias; va a haber un poco de todo y para todos los gustos”, manifestó Secco y agregó que “la gente se vuelca masivamente a buscarse el lugar que más le agrade en este abanico de posibilidades que ofrecen estos festejos, por eso desarrollamos variedad para que la gente pueda elegir”.
Para el intendente, este año como nunca antes “gente se vuelca a la calle porque tiene ganas de festejar, porque tiene muchas cosas que festejar y esto tiene que ver con que vivimos una década totalmente diferente a la que se dio en los noventa, donde Ensenada se vio muy vapuleada con fábricas cerradas y mucha miseria que pagamos hasta hoy. La Ensenada de hoy ha roto todos los records, es la ciudad que más desarrollo ha tenido en lo que respecta a las áreas de turismo, deportes, infraestructura, salud, educación y eso es lo que el ciudadano celebra”.
Entre recuerdos y festejos por su ciudad, Secco recuerda un episodio de su infancia que lo marcó para siempre y es una anécdota que referencia su reticencia con los trajes. “Mi vieja nos crió a todos los hermanos en la Iglesia, ella era muy devota, y cuando fui monaguillo me vistió con un trajecito. Yo acompañaba al cura que nos hacía jugar al fútbol, era el entrenador del equipo, era un cura muy como lo que me gustan a mí porque tienen la tendencia de estar cerca de los que más lo necesitan. Y por estar junto a él en las misas mi mamá me hacía usar esa ropa y eso me daba mucha bronca porque me gustaba estar ahí. A partir de ahí nunca me gustó usar traje ni corbata. En ese momento tuve un divorcio con ellos, de hecho no estoy preparado para eso, lo uso porque tengo una responsabilidad muy grande y todos los que me vieron crecer saben que cuando me ponían un saco, me ponía incómodo y hoy me sigue pasando”.
A 211 años de su fundación, Ensenada sigue creciendo y lo festeja como debe ser. Recitales, desfiles, deportes y exposiciones formarán parte de un mes de celebración que tienen a la ciudad ribereña como centro de atracción.