Uruguay: declararon los enfermeros y se abre un caso sin precedentes
El territorio charrúa continúa conmocionado por la noticia del fin de semana, cuando salieron a la luz los crímenes que dos enfermeros realizaban en un hospital público y en un sanatorio privado del país vecino.
“Sí. Me creí Dios”, dijo uno de los hombres que asesinó a pacientes internados con diversos niveles de gravedad, al responderle a su abogada defensora y amiga cuando ésta le preguntó por qué lo había hecho.
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Los dos enfermeros admitieron durante el fin de semana su culpabilidad y, por medio de fotos, llegaron a la cuenta de 16 casos –uno de los cuales había sido dado de alta–, aunque ellos mismos dijeron que era un práctica desarrollada hace muchos años y con cierta regularidad.
Los investigadores están convencidos de que están frente a una cadena de asesinatos extensa, pero reconocen que no será sencilla la revisión de expedientes de difuntos y que posiblemente no se llegue a determinar el total de muertes.
Para acelerar la investigación, la justicia uruguaya ordenó la exhumación de cerca de 20 cadáveres de pacientes del Hospital Maciel (estatal) y de la Asociación Española de Socorros Mutuos (privada), a la espera de que las autopsias arrojen más pistas sobre los crímenes cometidos por los dos enfermeros. Y en los archivos de los dos centros comienzan a abrirse fichas de pacientes fallecidos de un listado que abarca unos 250 casos en total.
“Sí sabían que los dos estaban haciendo lo mismo. Incluso hasta como que había una suerte de competencia, pero no estaban haciendo y planificando lo mismo”, comentó el ministro del Interior uruguayo, Eduardo Bonomi, al ser consultado sobre el caso.
Las autoridades comenzaron a recibir denuncias de familiares de otras presuntas víctimas que murieron en esos centros de salud y que se les había diagnosticado muerte natural.
Los responsables de los asesinatos son Marcelo Pereira, de 40 años, quien trabajaba en los dos centros y fue el autor del último crimen, el que permitió a la policía detener a los dos enfermeros por una denuncia y un mensaje de texto. Y su par Ariel Acevedo, de 46 años, que se desempeñaba en la Asociación Española, una de las más grandes del sistema de salud uruguayo, ubicada cerca del central Parque Batlle, en Montevideo.