El escenario parece volver a repetirse dentro de un espacio que está divido en dos. Ayer mientras la flamante titular de la convencion Nacional pronunciaba su discurso “inaugural” fuera del edificio las trompadas y la violencia generó que los locales comerciales, sobre la calle Tucumán, cierren sus puertas. Los golpes terminaron cuando los dirigentes se hicieron presentes donde se estaban produciendo los incidentes para calmar las aguas.
En este sentido, en diálogo con Radio 10, el presidente de la UCR, Mario Barletta, reconoció que hubo “algunos incidentes entre jóvenes, pero no hay que darle trascendencia”, y agregó que “siempre hay que bregar para que este tipo de cosas no suceda” y aseguró que no podía identificar a los responsables porque se encontraba en el interior de la sede del partido.
La nueva titular asumirá la dirección por 4 años, en lugar de Hipólito Solari Yrigoyen. La “mesa chica” de la Convención ahora estará conformada por cinco dirigentes aliados a la conducción nacional del partido y dos a la oposición. El centro de tensión está puesto en la reforma de la Carta Orgánica con miras a las elecciones legislativas de 2013.
Si bien se decidió que durante la convención no habría debate en torno a alianzas electorales con el objetivo de que no se produzcan discusiones entre la corriente cercana al socialismo (Moreau-Storani) y la línea vinculada al Pro (Posse), los incidentes se hicieron presentes.
Según trascendió los golpes y patadas se desencadenaron cuando un seguidor de Moreau-Storani tildó a Posse de “derechista”.
Al contrario de los dichos de Barletta, Moreau se mostró preocupado por los incidentes: “Posse trajo barras de Chicago, son incontrolables” comentó.