Por eso en el 2010 resolvió cubrir la secretaría de Gobierno con Alberto Auruccio, quien había cumplido funcionas similares en Almirante Brown con Manuel Rodríguez, subordinado del caudillo Jorge Villaverde a quien derrotó Rubén Darío Giustozzi, un competidor en la Tercera Sección Electoral que terminó de persuadirlo para darle conchabo a Auruccio quien, en su breve gestión, ya estuvo varias veces al borde del despido.
En auxilio de las supuestas pocas virtudes que tendría para conducirse puertas adentro del Municipio, concurre su resuelto verticalismo para cumplir misiones arriesgadas para su jefe. Como las entrevistas que viene manteniendo cada vez con más frecuencia con el ex jefe del Gabinete, Alberto Fernández, y Julio Donato Bárbaro, ex interventor del Comfer.
Lo inaudito del caso es que ambos cultivan una relación estrecha con Moyano, viejo enemigo del intendene de Esteban Echevería, que aspira a convertirse en una referencia del gran Buenos Aires más allá del 2015 cuando, quizás con el llanto a flor de ojos despida a su antigua jefa y protectora en el gobierno nacional: la ministro de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.