En uno de los partidos más esperados de los últimos tiempos. Boca venció a River por 2-0 en un superclásico que en la previa tenía todos los condimentos. El encuentro se disputó en Resistencia, Chaco. El árbitro, Diego Abal , expulsó a Alejandro “Chori” Dominguez, para los de la banda y Facundo Roncaglia para Boca. La revancha será el domingo en la provincia de Mendoza.
Los xeneises con el doblete de un inspiradísimo Nicolás Blandi, le ganaron en el estadio Centenario de Sarmiento a River Plate por 2 a 0, en lo que fue el primer superclásico desde que el equipo de Núñez descendiera al Nacional B el año pasado.
Los goles del conjunto que dirige Julio César Falcioni, llegaron a los 6 minutos del primer tiempo y a los 34 del segundo respectivamente. Ambos equipos terminaron con 10 jugadores por las expulsiones del enganche Alejandro Domínguez, en River, a los 25m. del período inicial; y del lateral Facundo Roncaglia, a los 21m. Del complemento.
El inicio del encuentro fue ampliamente favorable a River. De hecho, en los primeros 5 minutos, el equipo de Núñez dispuso de cuatro oportunidades claras de gol, pero el arquero Agustín Orión y la falta de puntería de sus futbolistas mantuvieron el clásico sin goles.
Pero en la primera que tuvo Boca, no falló. A los 6m., un desborde por derecha de Pablo Mouche (en el arranque de la brillante jugada colectiva estaba medio metro adelantado) derivó en un certero cabezazo del “Bati” Blandi para establecer el 1 a 0.
Hasta ese momento era todo de River: sólido en el fondo, con mucha presión en el mediocampo a partir del trabajo de Ezequiel Cirigliano, y con juego en ataque a través de Domínguez en la creación, pero flojo en la definición por la imprecisión de Funes Mori y Cavenaghi.
Sin embargo el gol de Blandi cambió todo: Boca se agrandó y tomó el control del partido. Empezó a manejar mejor la pelota con Cristian Chávez y Pablo Ledesma (muy activo tanto en la creación como en la recuperación) y complicó a un fondo de River que después del 1 a 0 se mostró permeable por todos los frentes.
Pese a eso, el partido casi no tuvo ocasiones de gol en ninguno de los dos arcos, pero si varias jugadas duras. Y en una de estas, el “Chori” Domínguez se ganó la roja a los 25m. Primero le pegó una patada descalificadora a Ledesma de atrás y de ese modo se ganó la primera tarjeta y luego le protestó el fallo al árbitro Diego Abal se llevó la segunda y se fue expulsado.
El resto del trámite fue más marca que fútbol. Mejoró la imagen de Boca, por la solidez y pasó todo lo contrario con la de River que se fue desdibujando cada vez más en el campo de juego.
En el entretiempo el DT Matías Almeyda movió el banco con los ingresos del delantero David Trezeguet por el defensor Carlos Arano y del volante venezolano César González (ofensivo) por el mediocampista Ponzio (defensivo) y cambió el dibujo táctico: pasó del 4-3-1-2 al 3-3-3.
En el afán de cerrar el partido, Falcioni mandó a la cancha al delantero Sergio Araujo por el volante Ledesma de gran trabajo. Del tradicional 4-3-1-2 pasó al 4-3-3.
Sin embargo, la expulsión de Roncaglia, a los 21m., derivó en el ingreso del volante Juan Sánchez Miño (se sumó a la defensa) por Mouche. Otro cambio más en el dibujo táctico: 4-3-2.
A todo esto, River, a los 27m., tuvo el empate en la cabeza del zaguero central Jonatan Maidana, pero el ex Boca no encontró el arco.Y como suele suceder en el futbol, el equipo de Núñez falló y Boca siete minutos más tarde lo liquidó. Centro desde la derecha de Nicolás Colazo (muy buen segundo tiempo) y otra aparición de Blandi: 2-0 y clásico liquidado.
Lo que queda son las cargadas del día posterior, que tal vez serán con más énfasis que nunca, dada la situación histórica que se dio con los dos equipos más importantes del país, militando en diferentes categorías. Los millonarios tendrán revancha el domingo cuando en Mendoza se juegue el segundo superclásico de 2012.