Puerto Príncipe no cambió mucho desde el terrible terremoto de 7 grados de magnitud que devastó a la capital haitiana y ciudades de todo el país, el 12 de enero de 2010.
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Puerto Príncipe no cambió mucho desde el terrible terremoto de 7 grados de magnitud que devastó a la capital haitiana y ciudades de todo el país, el 12 de enero de 2010.
Algunos lugares públicos fueron evacuados en el marco de un nuevo programa del gobierno de retorno a los distritos de origen, que debe acelerarse en 2012. El primer ministro Garry Conille, anunció la construcción durante este año de más de 3,000 viviendas para los desplazados.
Las estadísticas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) muestran que muchos desplazados dejaron los campamentos, pero cientos de miles de personas todavía viven en ellos, como en el parque de juegos de Santa Teresa de Pétion-Ville, (en el suburbio este), donde se aglutinan más de 2,500 personas viviendo en condiciones inhumanas.
Las esperanzas de cambio son nulas en el campamento donde los propios desplazados se consideran como olvidados, a pesar de la llegada al poder el año pasado del nuevo presidente, Michel Martelly.