Algunos minutos antes de que el ARG 01 levantara vuelo en Suiza con rumbo a Argentina, Javier Milei tomó su celular y llamó furioso a la Casa Rosada para pedir la renuncia de Roldolfo Barra. El Presidente se había enterado a través de los medios que el procurador del Tesoro se pasaba la mitad del tiempo fuera del país y que, para colmo, "había operado en contra de los intereses del Estado". No sólo pidió acelerar su salida, sino también el ingreso de tres hombres que considera claves para transparentar y agilizar la administración.
Se trata de Ricardo Rojas, un exjuez que conoce hace unos diez años, cuyo nombre fue noticia en la campaña de 2023 a instancias de las recomendaciones que hacía el por entonces candidato a presidente de su libro "La inflación como delito"; Santiago Castro Videla, un abogado constitucionalista egresado de la Universidad Austral; y Carlos Laplacette, otro letrado especialista en derecho de daños por la Universidad Católica Argentina.
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Ricardo Rojas, el candidato de Javier Milei para la Procuración del Tesoro.
Mientras en la noche de Suiza, donde todavía se encontraba el Presidente después de haber participado del Foro Económico de Davos, la temperatura caída casi por debajo de los cero grados, en la tarde de Buenos Aires, donde se encontraba buena parte de su gabinete, el calor se hacía casi tan sofocante como la tensión política después de que llegara la orden de pedirle la renuncia a Barra. Con el pedido llegaron también estos tres nombres, que anticipan próximos cambios en áreas que Milei considera aletargadas.
Rojas, Castro Videla y Laplacette vendrían a ser el nuevo tridente técnico que el jefe de Estado busca incorporar en áreas del gobierno hoy ocupadas por funcionarios que no funcionan. Según aseguraron a Letra P fuentes inobjetables al tanto de la rediagramación del gabinete, la idea es darle mayor dinamismo y fortaleza al plan de transformación, desregulación y privatización del Estado, una de las obsesiones de Milei para 2025.
Para no recaer en errores, los lugares que podrían tener asignados estos profesionales estarán fiscalizados por María Ibarzábal, la secretaria de Planeamiento Estratégico que se mueve en la Casa Rosada como la principal garante de los intereses legales de la cúpula libertaria. Su nombre, como el de muchos otros, fue recomendado por el asesor Santiago Caputo.
Los lugares para el tridente técnico de Javier Milei
Rojas, de larga trayectoria académica y profesional, es el principal candidato para ocupar el lugar vacante que dejó Barra. De hecho, Caputo lo recibirá en su despacho del primer piso de Balcarce 50 el lunes para ofrecerle el cargo en persona y ultimar los detalles de su mudanza desde Guatemala, donde recide, a la sede ubicada en Posadas al 1600, donde funciona la Procuración General del Tesoro, dependiente del Ministerio de Justicia.
En un principio, este lunes estaba previsto que el arquitecto del relato libertario se reuniera con Barra para pedirle explicaciones sobre su conducta, pero el asesor tuvo que reacomodar su agenda y convocar a Rojas, quien, de aceptar el cargo, asumirá de manera inmediata. De lo contrario, se tendrán en cuenta los nombres de Castro Videla y Laplacette.
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Carlos Laplacette, el otro candidato de Javier Milei.
Si todo sale como lo espera Milei, de todos modos, quiere que los dos profesionales restante ocupen cargos relevantes, sobre todo Laplacette, quien trabajó en el estudio Cassagne, el mismo por el que pasó Ibarzábal, y quien fue uno de los viejos conocidos de confianza de Claudio Caputo, padre de Santiago y reconocido escribano público en la Ciudad de Buenos Aires. De concretarse, los cambios podrían provenir de lugares hoy ocupados por dirigentes que responden a Mauricio Macri.
La Casa Rosada también le abre las puertas a los armadores políticos
En el marco de un reciente operativo seducción para golpear en el corazón del conurbano PRO y hacerse de nuevos dirigentes en sus filas, el gobierno tentó en los últimos días a Néstor Grindetti para que se pase a Las fuerzas del cielo. Se trata del histórico operador político de Macri, de quien está distanciado hace un tiempo. Grindetti, que no habla con Macri hace más de un año, podría darle a Milei un puente directo con intendentes, legisladores y dirigentes de la provincia de Buenos Aires que también sueñan con derrotar a Axel Kicillof.
"Lo queremos con nosotros, pero le dijimos que va a tener que esperar", confió a Letra P una fuente relevante de la administración libertaria al tanto de las conversaciones entre el entorno presidencial y el equipo del exjefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, recientemente degradado a una unidad de asuntos políticos del área metropolitana.
Por ahora, sólo dos cuestiones retrasan el pase. Por un lado, quienes conocen a Grindetti aseguran que sólo se mudaría si hubiera lugar para los dirigentes territoriales que le responden, además de darle un espacio en lo que mejor sabe hacer: rosquear en años electorales. Por el otro, la cúpula libertaria no quiere incorporar su apellido en lo inmediato, ya que podría ser leído como una declaración de guerra explícita a Macri, con lo que eso significa faltando tanto para el cierre de listas en el que, al menos todavía, no se sabe si habrá confluencia entre LLA y el PRO.
Con los cambios en las áreas técnicas y la suma de nuevos armadores políticos, la Casa Rosada busca consolidar el programa económico libertario y sacar un porcentaje electoral lo suficientemente holgado como para avanzar con la segunda tanda de reformas y desregulaciones, en las que no descuidará la batalla cultural, con la redacción de un proyecto para derogar o modificar la figura de femicidio, la Ley Micaela, el DNI no binario y los cupos de género femenino y trans.