Elisa Carrió y la división de los gobernadores impidieron una ley para coparticipar el impuesto a combustibles
Faltaron tres votos para llegar a los 129 necesarios. Hubo 119 ausencias. Provincias Unidas lo respaldó, pero el resto de los mandatarios no. ¿Por qué?
Juan López y Maximiliano Ferraro, del bloque Coalición Cívica, de Elisa Carrió. Ignacio García Aresca, del sector de Martín Llaryora.
La embestida de los gobernadores contra Javier Milei no dejó ningún resultado. La ley para coparticipar los ATN fue vetada y en Diputados no hay mayoría especial para sostenerla. El proyecto para girar a las provincias el impuesto a los combustibles no fue sancionado, por la división de los mandatarios y el rechazo de la Coalición Cívica, de Elisa Carrió.
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Una vez más, quedó claro que el grupo de Provincias Unidasno comulga con el resto de los gobernadores o al menos no logran ponerse de acuerdo. Con todo, también se vio cómo el Presidente empieza a perder el control de algunos gobernadores que creía aliados, todo un llamado de atención al inicio del debate por el Presupuesto 2026.
La reforma del impuesto a los combustibles, que había sido aprobada en el Senado, no alcanzó este miércoles la mayoría agravada (la mitad más uno del recinto) requerida para ser convertida en ley. Por tratarse de una norma que regula un artículo de la Constitución, eran necesarios 129 votos y sólo hubo 126 afirmativos (además de 7 negativos, 5 abstenciones y 119 ausentes). Hubiera prosperado si los seis miembros de la Coalición Cívica votaban a favor: cuatro se opusieron y dos no participaron.
No era una novedad, porque Juan López (CC) había anticipado en el debate en comisión que no estaban de acuerdo en girar más fondos a las provincias. Pero la ley no fue posible además porque los gobernadores se dividieron. Los de Provincias Unidas aportaron los votos. Apoyaron el proyecto los diputados que responden a Martín Llaryora (Córdoba) Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Gerardo Valdés (Corrientes).
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Provincias Unidas y solas
El llamado de atención para Milei es que también intentó que hubiera ley el cuarteto misionero, que responde al gobernador Hugo Passalacqua, pero es digitado por Carlos Rovira; y la dupla de San Juan, leal a Marcelo Orrego, habitual aliado del Gobierno en todos los temas.
Estos mandatarios impulsaron la elaboración de proyectos para sumar fondos a las provincias; quieren liderar la pelea por el Presupuesto 2026, pero no consiguen respaldo del resto de sus colegas. La mayoría de los gobernadores le dio la espalda a este proyecto, entre otras cosas porque no estaba del todo conforme con el reparto establecido y algunos confían en conseguir más plata negociando en la Casa Rosada.
Es el caso de los aliados de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones locales, como Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), pero tampoco aportaron todos -o algunos- de sus laderos, los mandatarios Gustavo Sáenz (Salta), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Osvaldo Jaldo (Tucumán).
La fractura de los gobernadores potencia a Milei, a quien los mandatario acusan de retener fondos que habitualmente se giran a las provincias para dibujar un equilibrio fiscal. Una caja a la que el Presidente echa mano es la recaudación del impuesto a los combustibles. Es destinada a fondos fiduciarios que no se ejecutan y el líder libertario la destina las partidas a otros fines.
La ley que no fue
El proyecto que habían impulsado los gobernadores y se cayó impedía ese truco fiscal de Milei para mostrarse sólido fiscalmente. Contemplaba que sólo el 14% de esa recaudación la retenga el Tesoro, las provincias se queden con el 57,2% y la seguridad social (la ANSES) el 28,9%.
De lo que se iba a enviar a las jurisdicciones, el 25% sería en partes iguales y el 75%, respetando los índices de coparticipación. Esta modificación había sido clave para atraer a gobernadores chicos, que no están dispuestos a destinar fondos a Buenos Aires, cuyo gobernador, Axel Kicillof, participa poco de las negociaciones y no digita votos en el Congreso.
La fractura de los gobernadores por este tema ya se había evidenciado durante el debate en comisiones, cuando Lisandro Catalán, ministro del Interior y enlace con las provincias, acercó una propuesta que se convirtió en un dictamen de minoría, firmado por la dupla mendocina que responde a Cornejo (Pamela Verasay y Lisandro Nieri). Lo curioso es que ninguno pidió tratarlo luego de que se cayera el dictamen de mayoría. Ambos estaban ausentes, al igual que el oficialismo.
¿Milei tiene alguna idea?
La propuesta de la Casa Rosada que nadie reclamó consistía en que un 28,9% de la recaudación vaya para la ANSES y el resto se gire a la masa de coparticipación, que destina un 42% para las provincias. De esta manera, el fisco nacional se quedaría con aproximadamente el 30% de la recaudación, el doble que lo que implicaba el proyecto aprobado en el Senado.
El aporte de la Coalición Cívica para bloquear la ley no sorprendió, como tampoco la abstención de la izquierda, que con cinco votos también fue decisiva para que celebre el Gobierno. De todos modos, la discusión volverá durante el debate del Presupuesto 2026, que será tratado en 12 reuniones de comisión, con la decisión de firmar dictamen el 4 de noviembre.
En la única sesión que hubo, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, no mencionó la posibilidad de cambiar la ley del impuesto a los combustibles, ni tampoco forma parte del proyecto. Será uno de los debates que se vienen. No el único.