El grupo español Abertis, cuyo socio mayoritario es el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y en el que participa el gigante italiano Benetton, hace tiempo que ha extendido sus tentáculos empresariales en la Argentina, donde es el accionista principal de las concesionarias de las dos mayores autopistas por peaje: AUSOL, que mantiene el Acceso Norte, y del Grupo Concesionario del Oeste (GCO), responsable del Acceso Oeste.
Abertis también administra autopistas en España, Chile, México, Estados Unidos, Brasil, y Puerto Rico. Construye las rutas y cobra el peaje; el modelo que propone el candidato presidencial que La Libertad Avanza, Javier Milei, y que intentó llevar a la práctica, sin éxito, Mauricio Macri durante su gestión.
Desde 1994, AUSOL administra -con recursos del Estado- los 95 kilómetros de la Panamericana y los 24 kilómetros de la General Paz; mientras que GCO gestiona los 55 kilómetros del Acceso Oeste. Ambas concesionarias de peaje lograron en 2018 un acuerdo Integral de Renegociación con el gobierno de Macri que les extendió el contrato hasta 2030, les dolarizó la tarifa y les reconoció una deuda de 1.780 millones de dólares.
El gobierno de Alberto Fernández objetó en la justicia ese acuerdo y el litigio está vigente en tribunales locales. Incluso la semana pasada, Abertis se presentó ante el Centro Internacional de Arreglos de Disputas sobre Inversiones (CIADI), el tribunal que depende del Banco Mundial y que preserva la seguridad jurídica de las inversiones extranjeras en los países socios.
florentino pérez
Florentino Pérez, en un acto de una de sus empresas.
El club del peaje
Los autopistas fueron adjudicadas a un consorcio de empresas conocido como “Club del Peaje”: Roggio, Techint, Sideco, Sade, Aragón, Kocourek, Codi, Conevial, Dycasa, Huarte, Iglys, Cartellone, Panedile y Perales Aguiar, que actualmente preside la cámara de concesionarios de peajes. Después se sumaron empresas de Eduardo Eurnekian a través de su brazo constructor Helport y de Cristóbal López con CPC S.A. La mayoría sigue construyendo y haciendo obras, tanto en las autopistas que volvió a administrar el Estado a través de Corredores Viales como para las privadas.
En 2022 AUSOL obtuvo ingresos por $16.665 millones, el tránsito promedio diario fue de 467 mil vehículos; y, según el balance que presentó la empresa, el resultado del ejercicio 2022 ascendió a $2.039 millones de ganancia. El área de influencia del total de la concesión alcanza una población de más de 7,2 millones de personas.
La concesión del acceso Norte es un negocio histórico de la familia Macri, y quedan rastros. El grupo Abertis tiene la mayoría de las acciones (31,59% del capital) de AUSOL. WeBuild tiene el 19.8% de las acciones. Esa firma es la reconversión del grupo constructor italiano Impregilo, socia de la familia Macri desde fines del siglo pasado (por ejemplo, en la construcción de la represa Yacyretá). Cuando Sideco Americana (Macri) comienza a retirarse de AUSOL, le vendió acciones a Impregilo (ahora WeBuild).
La tercera empresa en importancia que integra la sociedad es Natal Inversiones -24,04% de las acciones- que es la compañía argentina a la que el expresidente le vendió su participación de Sideco Americana en AUSOL (le quedada el 7% en 2017); operación que generó dudas por la subvaloración de la venta y porque Natal entró al negocio a un año de la finalización del contrato, que después prolongó Macri. La información es poder.
Natal Inversiones ya era accionista de AUSOL, dado que le compró a Dycasa y amplió su porcentaje de participación en la concesionaria. Natal es del empresario Juan Carlos Fernández y familia. Tiene inversiones en ganadería en la provincia de Buenos Aires, desarrollos inmobiliarios en la Ciudad, donde con Macri como jefe de Gobierno quedó involucrado en un problema legal por la construcción de las torres del Palacio Roccatagliata, que violaban el Código de Planeamiento Urbano y en cuyo litigio la justicia falló a favor. También tienen olivicultura en La Rioja y en San Juan, desde donde exportan.
El 11,65% restante de las acciones de AUSOL están en la Bolsa de Valores y cotizan en el Merval.
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El agite está en el Oeste
En la concesionaria GCO el grupo español Abertis también es socio mayoritario, con 42,8% de las acciones a través de Autopistas Concesionaria Española ACESA. Le siguen IJM Corporation Berhad, un conglomerado de Malasia que posee el 20,10% y el Fideicomiso Privado de Administración Supervene I, que es argentino y posee 5,73% del capital. También tiene acciones (21,56%) el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES, y el 9,74% restante del capital cotiza en el Merval.
En 2022 le cobraron peaje a un promedio de 411 mil vehículos por día, un 12,4% más que en 2021. GCO cuenta con 808 trabajadores. La autopista conecta la Ciudad con Luján y la zona Oeste del conurbano bonaerense; una región que supera los 4 millones de habitantes.
En 2022 el GCO acumuló ganancias por $1.595 millones sobre $11.271 millones de ingresos. En su balance la empresa aseguró que tienen pérdidas (en moneda constante) por el congelamiento de tarifas y falta de compensaciones por parte del Estado; por lo que quieren cobrar lo que Macri les firmó.
En el directorio de GCO figura Uriel Federico O'Farrell, abogado del Estudio O'Farrell que presta servicios jurídicos a GCO. Ese bufete también aporta letrados que representan a Abertis ante el CIADI, junto al estudio Freshfields Bruckhaus Deringer LLP, para reclamar por supuestos incumplimientos de la Argentina al acuerdo que firmaron con la administración macrista el 26 de junio de 2018. Ese acuerdo también fue redactado por el Estudio O'Farrel y aceptado a libro cerrado por Macri.