“¡Atención! Un veterano de Guerra de Malvinas ha ingresado al Regimiento.” La arenga es la señal para la banda militar, que comienza una fanfarria al tiempo que un hombre de camisa celeste, pantalón oscuro y boina, baja de un Peugeot último modelo. Es Horacio Losito y el Regimiento de Infantería Monte 30, de Misiones, le está rindiendo honores por su participación en el enfrentamiento bélico donde se hizo amigo del padre de la vicepresidenta Victoria Villarruel. El homenajeado no es solo ex combatiente: también es un represor multicondenado por la Masacre de Margarita Belén y otros crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, recientemente liberado y excarapintada.
La última condena que recibió Losito fue en noviembre pasado, en el marco del juicio de lesa humanidad que se desarrolló sobre los hechos vinculados con la VII Brigada de Infantería del Ejército, en Corrientes. Le dieron 25 años, que el Tribunal Oral Federal decidió unificar con otra pena de igual monto y la prisión perpetua que recibió en 2011 por su participación en los fusilamientos de Margarita Belén, en Resistencia.
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La dictadura militar y la Justicia
Casualidades de la vida y garantías de la Justicia, un mes después de confirmarse por tercera vez que fue un temible represor durante el terrorismo de Estado, el Tribunal Oral Federal de Resistencia le otorgó la libertad condicional. Fuentes judiciales confirmaron a Letra P que el cómputo de años que el genocida cumplió en encierro lo habilitaba para acceder al beneficio. “Cumplió 19 años y 5 meses de prisión –los últimos tres, desde la pandemia de Coronavirus, fueron en su casa– y los sumó tras realizar y completar su carrera de abogado. Así llegó a 20 años, la cantidad que se requiere en casos de perpetua para acceder a la condicional”, explica la fuente. Pese a esto, la Fiscalía apeló la decisión del tribunal, recurso que mantiene bajo análisis la Cámara de Casación.
Libre, a mediados de esta semana, Losito fue a visitar a su hijo, militar de carrera como él, en funciones en el Regimiento de Infantería Monte 30, en la ciudad misionera de Apóstoles. Allí lo recibieron con honores. Al ritmo de la fanfarria, vestido de civil, el exmilitar demostró que todavía recuerda cómo formarse y cómo hacer la venia. Fue saludado como “héroe” debido a su participación en la Guerra de Malvinas y respondió con un “¡Viva!” al grito de “¡Viva la Patria!” con el que un joven militar cerró el acto de homenaje.
Malvinas, la coartada
Los organismos de Derechos Humanos repudiaron el tributo. A través de una publicaciones en Twitter, la agrupación H.I.J.O.S. remarcó el caracter de condenado por crímenes de lesa humanidad de Losito.
Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales solicitó una reacción por parte del Ministerio de Defensa al considerar que “debería ordenar sanciones porque este tipo de homenajes están vedados. Si esto no sucede, es porque ya no están vigentes políticas de memoria, verdad y justicia que implican unas Fuerzas Armadas comprometidas con los derechos humanos y la democracia”.
Quién es Losito
Losito comenzó su carrera militar en la preadolescencia. Estudió en el Liceo General San Martín, continuó en el Colegio Militar de la Nación y completó un curso de comando. Si bien es porteño, gran parte de su desempeño como parte del Ejército fue en otras partes del país. El golpe de Estado y el plan sistemático de secuestro, tortura y exterminio que llevaron a cabo las Fuerzas Armadas y de seguridad y civiles entre 1976 y 1983 lo encontró prestando servicios en el Segundo Cuerpo del Ejército, con ingerencia en Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa.
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Losito, en tiempos de uniforme.
Allí, integró uno de los grupos de tareas del Regimiento de Infantería número 9 de Corrientes que secuestraba gente. Ante la Justicia, sobrevivientes de esas cacerías lo identificaron como uno de los torturadores más feroces. “Losito tuvo un rol protagónico en el grupo de tareas del Centro Clandestino del Regimiento 9 durante 1976, identificado por las víctimas por su voz de mando y ferocidad”, recapituló el fiscal de Resistencia Diego Vigay en diálogo con Letra P. Losito fue condenado por esos crímenes.
Crímenes de lesa humanidad
Losito también integró la comisión de oficiales del Ejército que “llevaron adelante el traslado, el fusilamiento y la desaparición de algunos de los cuerpos de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén”, continuó Vigay. En diciembre de 1976, una veintena de personas secuestradas en Chaco, Corrientes y Misiones —en su mayoría militantes– que permanecían encerrados en la Unidad penal 7 y la Brigada de Investigaciones de Resistencia fueron torturados, trasladados a la Alcaidía de la ciudad y desde allí llevados hasta un paraje en la ruta 11, cerca de la localidad de Margarita Belén, donde fueron fusilados. Los restos de cuatro asesinados fueron desaparecidos. Las autoridades disfrazaron el episodio de enfrentamiento. En enero del año siguiente fue trasladado a Comodoro Rivadavia. En 2011, Losito y otres integrantes del Ejército fueron condenados a prisión perpetua.
Nada de eso parece pesar más para el Ejército que la condición de “héroe” de la Guerra de Malvinas que el genocida obtuvo años después, en 1982. En enero de 1977 ya Losito ya no estaba en el Litoral argentino. Pasó por Comodoro Rivadavia y luego fue al Regimiento de Infantería 11 de Mendoza. Allí se encontraba cuando fue convocado para la Guerra de Malvinas. En el enfrentamiento con el Reino Unido integró la Compañía de Comandos 602. Allí hizo migas con los número 1 y 2 del grupo: Aldo Rico y Eduardo Villarruel, el padre de la vicepresidenta. En una de las batallas de las que participó resultó herido y fue asistido por el bando enemigo, que lo curó y lo mantuvo como prisionero durante poco más de un mes.