La devaluación movió el avispero de los precios y el Mercado Agroganadero de Cañuelas operó, el pasado martes 15 de agosto, con precios que llegaron a $1.000 el kilo vivo. Actualmente, hay negociaciones entre los frigoríficos exportadores y el Gobierno para disponer de un volumen de cortes a precios cuidados en los supermercados, pero los días pasan y el acuerdo se demora.
Así empezó la novela de la carne. La preocupación del Gobierno por este rubro es total. Además de ser un alimento sensible para la población argentina, tiene un alto impacto en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Entre las urgencias que afronta la Casa Rosada y la mirada de la cadena de la carne hay un desacople. En la reunión de la semana pasada la Mesa Nacional de las Carnes, que integran desde las asociaciones de productores hasta los exportadores, concluyó que el precio todavía está retrasado. En el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca no concuerdan: “El precio de equilibrio es de $800. Ahí el mercado se va a estabilizar”, confió, a Letra P, una fuente ministerial.
La novela, capítulo a capítulo
Entre tanta incertidumbre, Aduana avisó: “El Gobierno suspendió las exportaciones de carne por 15 días. La medida se tomó a la espera de un acuerdo de precios”. Luego, se desmintió y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo publicó una foto reunidos con el presidente del consorcio exportador ABC, Mario Ravettino. Capítulo aparte: la foto cayó mal en el resto de los actores de la cadena y hubo cruces en un encuentro clave del sector.
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A casi 15 días del “estallido”, el precio en el mercado bajó, pero la alarma sigue activa en el Ejecutivo. En el Ministerio de Economía entienden que hubo una “sobrerreacción” del mercado.
“Estamos preocupados por los precios. Hay una sobredemanda y poca oferta”, comentó a Letra P un funcionario del Ministerio de Economía que monitorea de forma permanente lo que sucede en el sector ganadero. Este contexto y el bajo precio internacional afecta a los frigoríficos exportadores que adelantaron vacaciones. Es el caso del frigorífico Swift.
El camino a los mil pesos
La sequía fue una aliada en el precio de la carne vacuna. La falta de lluvias generó que las pasturas no alcancen el nivel habitual para satisfacer la demanda de la hacienda. Además, el alto precio del maíz por la caída de la producción generó que el encierre a corral no sea una opción rentable.
El subsecretario de Ganadería, José María Romero, explicó a este medio que hay un volumen alto de faena y una recuperación en el consumo de carne. Y agregó: “Hubo una sobreoferta porque sacaban a los animales de los campos y eso generó un retraso en el precio”.
Este escenario empujó el precio del novillito liviano, categoría que se destina al mercado interno, un 66% interanual en julio, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra). Muy por debajo de la inflación.
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Comparación del precio de la hacienda de 2022 y 2023. Fuente: Ciccra
Sin embargo, pasaron cosas. El ministro de Economía, Sergio Massa, lanzó el dólar maíz a $340 en julio. Esta medida generó un reajuste en los precios de Cañuelas.
El exsecretario de Agricultura y asesor técnico, Matías Lestani, comentó que la medida se trasladó a los precios y adelantó el aumento que los precios de la hacienda tienen en octubre por el periodo estacional. “Con el nuevo tipo de cambio (devaluación), se consolidaron los precios”, aclaró el exfuncionario.
Con la salida de La Niña, las lluvias llegaron y el forraje reapareció. Esto generó que el sector productivo retenga los animales en el campo. El combo de lluvias, dólar maíz y devaluación, el Mercado de Cañuelas se desayunó precios de hasta mil pesos en la primera operación post PASO.
El día después
La barrera de los $1.000 generó una variación interanual que superó el 160%. En agosto de 2022, el novillito liviano cerró el mes con máximos de $360 el kilo vivo. Antes de las elecciones, esta categoría cotizó a $730 y el 15 de agosto el valor máximo fue de $ 930, casi un 30 % tras la devaluación.
Las carnicerías trasladaron el salto del precio a las góndolas. Los canales de televisión llenaron de móviles las carnicerías y al Gobierno la situación no le agradó.
Comenzaron los llamados de funcionarios a operadores del mercado para conocer qué pasó de una ronda de operaciones a otras. Según corroboró Letra P hubo una reunión de integrantes del Ministerio de Economía con las casas consignatarias para conocer el trasfondo de los precios. La preocupación es total para que no se desajuste el valor.
“Hubo charlas y llamados, pero para que el mercado sea transparente”, reconoció una persona que entiende de ganadería en el ministerio. Además, hubo reuniones entre las secretarías para frenar la escalada. A casi 15 días de ese día negro, la demanda no convalidó el aumento en el mostrador y logró que el precio de la hacienda baje.
El novillito liviano cerró este viernes entre un rango de $830 y $870. La variación interanual es más cercana a la inflación. “Los valores retroceden porque no hay quienes paguen sobreprecios”, explicó Romero.
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Mercado Agroganadero de Cañuelas.
Acuerdo a fuego lento
La semana pasada hubo una reunión de la Mesa Nacional de las Carnes (la integran desde productores a exportadores) y llegaron a la conclusión de que todavía está retrasado el precio. En el ministerio no concuerdan. “El precio de equilibrio es de $800. Ahí el mercado se va a estabilizar”, confió una fuente de consulta de Bahillo. El consumidor no está pagando el nuevo precio y esperan que continúe hasta un valor de equilibrio.
La presión del Gobierno sobre los frigoríficos exportadores para alcanzar un acuerdo de precios continúa. Esta posición se coló en la reunión de la Mesa Nacional de las Carnes. El consocio ABC pidió que se saque un comunicado conjunto repudiando esta práctica, pero el resto de los actores se negó. A la hora de negociar la cámara se corta sola, reprochó un empresario que se sienta en la mesa a la hora de justificar la negativa.
Hasta el momento de esta nota, la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) y la Unión de la Industria Cárnica Argentina (UNICA) no habían sido contactadas, a pesar de que siempre participaron en los acuerdos de precios.
Luego de que se publiquen en el Boletín Oficial los beneficios para las empresas que decidan ingresar a los diferentes programas, se espera que se aceleren las negociaciones. La discusión está en cuántas toneladas y a qué precios llegarán los cortes a los supermercados.